FRESAS A LO POBRE
Es tiempo de fresas y yo las compro casi todos los días porque me encantan; pero, claro, comer todos los días la misma receta, sobre todo si es con nata montada y bastante azúcar, es malo para la salud y para otras partes del cuerpo.
Por eso en casa ponemos mucho esta receta, rapidísima, refrescante, deliciosa y muy apetitosa a la vista; además, permite aprovechar las fresas que se van quedando un poquito machacadas y no están muy guapas para presentar enteras y por otra parte, parece un postre de alta cocina. Además, los niños lo toman mucho mejor.
Para dos personas ponemos un tazón de fresas, dos cucharadas de azúcar , dos galletas María corrientes, un yogur natural (desnatado también está bueno) y medio vasito del yogur de nata líquida.
Batimos con las varillas o el batidor de pilas, el yogur con la nata y una cucharadita de azúcar hasta que quede espumoso sin llegar a montar.
Por otro lado batimos bien las fresas en la batidora con otra cucharada de azúcar y unas gotas de limón, si os gusta.
Ponemos unas cucharadas de la crema de yogur en el fondo de un cuenco; remojamos una galleta María en un poco de agua (sí, sí, agua fría, solo pasar visto y no visto) y colocamos la galleta sobre la crema.
Con cuidado colocamos encima el puré de fresas y ponemos a enfriar en la nevera hasta la hora de comerlo. Puede adornarse con una fresa partida, una hojita de menta, un barquillo, ...o lo que cada una quiera.
Es increíble lo deliciosa que queda la galleta, que da una textura estupenda al mezclarse en boca con las cremas sin que apenas se note lo que es.
Os puedo asegurar que es un auténtico éxito este postre humilde que se puede improvisar en apenas diez minutos.
Ya me contareis si os ha sido útil. Un día de éstos os contaré más experimentos con otras frutas.