CERÁMICA
Pues vereis, por circunstancias, hace años que tengo abandonado otro de mis hobbies principales, la cerámica y ahora estoy preparándome para volver a ella. No ha sido un alejamiento voluntario, sino obligado porque mi profe y querido amigo Manuel Cimadevilla tuvo en ese tiempo que ocuparse de menesteres más urgentes y se vio obligado a cerrar el taller. Ahora, por fin, las aguas vuelven a su cauce y vamos a intentar sacar unas horitas a la semana para volver a meter las manos en barro, que es muy terapéutico y entretenido, a la par que útil.
Para empezar, tendré que ponerme a esmaltar varias decenas de piezas que quedaron en el taller esperando su momento, ya bizcochadas y decoradas a falta de su última cocción. La semana pasada recogí algunas de las últimas que se cocieron y me encantó volver a verlas de nuevo aunque, para ser sincera, casi todas tienen algún defecto en los colorantes o en los esmaltes, pero para llenar mi casa de trastos vienen muy bien
Un par de piezas de inspiración oriental
La pequeña está decorada por el artista y eso se nota
Este cuenco perdió parte del color, pero va genial para la cocina, sobre todo para la repostería
Y este, bastante grande, también perdió color, pero hace un servicio estupendo para escurrir cosas al lado del fregadero.
Ya os iré mostrando cuando haga algo más. De momento he recuperado esa ilusión-