BOLSA "ALPHABET FLEURI"
En un verano tan especial las rutinas han tenido que dejar hueco a nuevas sensaciones y ocupaciones y, salvo pequeñas cosas de punto de cruz y las obligadas etapas del SAL, casi he abandonado mis labores de siempre. Es un parón momentáneo y en cuanto hayamos superado los nervios y las emociones fuertes seguramente las aguas volverán a su cauce y los lánguidos días otoñales me encerrarán en casa y volveré a inventar mil y una historias bordadas o cosidas para llenar los días y la casa de todos esos objetos que no parecen hacer falta pero que son tan útiles para ordenar el tiempo libre.
Una de las últimas cosas que he bordado ha sido este sencillo abecedario de la firma "Tralala" titulado "Aphabet fleuri". Lo había comprado en "La Casina Roja", entre otros varios modelos igualmente pequeños y sencillos, precisamente en previsión de que iba a pasar un período de poca dedicación al punto de cruz y sabiendo que estas labores sencillas, como ya os he contado ¡taaaaantas veces!, son perfectas para estas ocasiones en que apenas dedicas unos minutos de vez en cuando a hacer unas cruces. Y, aunque sencillo, es una monada y con su forma cuadrada y tamaño contenido, es perfecto para usar en cajas, neceseres, bolsitas y cosas así.
En una caja había pensado yo cuando lo empecé pero acabó formando parte de una bolsa de labor para mi hija Ana, a la que también le encanta tejer o hacer un poco de punto de cruz cuando el trabajo le deja algún ratito libre.
Había hecho y regalado ya varias de estas bolsas cilíndricas que son comodísimas para tener el punto y las agujas, pero nunca le había correspondido a ella, así que, en cuanto me dijo que le apetecía una bolsa de este formato, tuve claro el uso inmediato que iba a tener este bordado y aquí lo tenéis, perfectamente integrado, como si hubiera sido diseñado para poner ahí.
He usado el bordado para el bolso exterior de la bolsa y lo he combinado con dos telas que había por casa y que ya había usado combinadas para forrar una caja hace poco tiempo. Son dos telas de Moda que me encantan por sus estampados pequeñitos y los tonos tan suaves y elegantes que van bien con casi cualquier bordado. La exterior es en tonos azul plomo con toques de beige y la interior es un estampado diminuto tono sobre tono en el mismo beige. De este modo, destaca mucho más el bordado y la bolsa encaja bien en cualquier ambiente.
Como adorno le he puesto una rosa hecha con la misma tela azul copiando a mi manera algunas maravillas que he visto por internet. Como no tengo tutorial ni libro de instrucciones he tenido que inventarla y por eso no está muy allá, pero la verdad es que para ser la primera tiene un pase. A ver si un día puedo comprar el modelo auténtico y aprendo de verdad. Debajo de la rosa cuelgan unos cordones de lino beige con charms de objetos de costura.
Para adaptarme al tamaño del bordado y conseguir un resultado proporcionado, esta bolsa es un poco mayor (de alto y de diámetro) que las que hago habitualmente. Este mayor tamaño hizo necesario armar un poco las paredes para evitar que "desmayen", por eso le he puesto una entretela semirrígida "Jefytex", que mantiene perfectamente erguida la bolsa cuando está posada en el suelo, lo que la hace muy cómoda para meter la mano y buscar las cosas en su interior.
Después de hacer la bolsa me habría gustado hacerle unos complementos a juego, como carterita para agujas y un fob para las tijeras, pero estas vacaciones han estado dedicadas íntegramente al nacimiento de nuestra nieta y sobrina respectiva, así que apenas hemos tenido tiempo para nada más. Pero seguramente cuando yo recupere un poco la serenidad, encontraré un ratillo para hacerle esos pequeños objetos que harán la bolsa más útil y más completa y el regalo un poco más útil.
Este es un modelo de bolso que no me canso de hacer, lo he probado ya en todas las combinaciones posibles, con bordado, sin bordado, más grande o más pequeño, en telas de algodón o en telas de lino y siempre queda perfecto, pero además es comodísimo, sobre todo para las labores de punto, porque queda de pie al lado del sillón y es practiquísimo de usar.
Y está tan bien pensada que es muy fácil adaptar las medidas para usar cualquier bordado que tengais a mano, siempre es posible encajarlo a la perfección. En mi casa ya es un clásico, debe ser la novena o la décima que hago, todas diferentes y todas preciosas.
Esta ya está en Hamburgo y ahora intento ponerme las pilas a ver si termino alguna otra labor a tiempo para poder publicar en el blog y contaros algo entretenido, que ya me está costando esta temporada.