No sé si está lista para cosechar pero a mí ya me apetecía quitarla, son 23,5 kg de regalo absoluto porque yo no he hecho nada para cultivarla, ella sola nació de la compostera y creció como un precioso monstruo vegetal extendiéndose por el jardín en más de 20 metros cuadrados. Aún quedan varias calabazas, un poco más pequeñas, las dejaré crecer algún tiempo, hasta Halloween 🎃 al menos. Una experiencia preciosa sin ningún esfuerzo por mi parte, “mamá naturaleza me lo da”