SAL CAJAS 2019: CAJA "TULIP FESTIVAL"
Esta vez he tardado un poco más de lo acordado en publicar la segunda entrega del SAL pero de verdad que ya no me da la vida para tantos frentes como tengo abiertos: obras en la casa, todo patas arriba, el jardín que con esta primavera a destiempo ya empieza a requerir trabajos importantes, mis achaques que me limitan bastante y los miles de charcos en los que yo me meto sola y sin ayuda, que hacen que mi jubilación se haya convertido en una etapa más ajetreada que la de antes aunque, eso sí, ahora haciendo básicamente lo que me da la gana, que es mucho más interesante.
Pero vamos a lo que vamos y sin disculpas, que hay un grupito de personas entusiastas esperando con ansiedad que les cuente lo que van a tener que hacer este mes para añadir también más emociones a sus ajetreadas vidas. Si al final somos todas iguales, jajajajaja, si no estamos presas nos están buscando, eso dice el refrán.
No quiero engañaros, acabo de comprobarlo para no cometer error, 564 personas inscritas hasta este momento para participar en el SAL, una verdadera barbaridad que me mete mucha presión, no solo porque la interacción con tantos participantes es necesariamente muy intensa y requiere un montón de tiempo para leer mensajes, resolver dudas, contestar preguntas y publicar los contenidos necesarios para que todo el mundo pueda hacer su caja con mínimas garantías de éxito, sino porque además yo también tengo que hacer el bordado, diseñar la caja, probar cómo queda (hasta ahora las dos cajas las he hecho dos veces, porque el primer intento no me gustó), hacer miles de fotos del proceso (y a veces se me olvida y tengo que repetir cosas solo para poder fotografiarlas) y luego redactar las instrucciones y entenderme con el ordenador, que también me lleva tiempo. Y, sobre todo, porque lo que cuente tiene que ser verdad, tiene que ser útil, tiene que ayudar a quien lo use y, por supuesto, tiene que ser bonito. O sea que fácil, fácil, no me lo pongo.
Ahora bien, he de confesar que estoy disfrutando muchísimo porque, como sabréis, en todo acto de enseñanza-aprendizaje, el que más aprende siempre es el que enseña y a mí me encanta aprender, lo que sea, de todo, me da igual el tema o el ramo, aprender siempre creo que es el principal motor de mi vida. Y también me gusta enseñar, transmitir lo que sé o me es útil, para que pueda ser útil también a otros/as, me parece imprescindible hacer circular el conocimiento, convertir el poder de la comunicación universal y sin fronteras en una herramienta poderosa de enriquecimiento personal, que sin duda hará mejor el mundo en que vivimos.
Y finalmente, para acabar con las divagaciones, el grupo entusiasta y generoso de gente a la que también le gusta meterse en líos, va a fabricar este mes una caja como esta que vais a ver a continuación, de tamaño generoso y con departamentos interiores, que será útil para muchas cosas, estoy segura.
Esta es la caja que propongo para realizar a lo largo del mes de marzo, una caja de dos "pisos", en la que caben muchas cosas y que, pese a su tamaño, es bastante sencilla de construir. Creo que es la cuarta vez que hago este formato para regalar, y todas están haciendo servicio de costurero.
Mucha gente pregunta dónde se compran estas cajas, cuánto cuestan, cómo se consiguen; pues bien, estas cajas no se compran ni se venden, se hacen, paso a paso, desde el primer cartón hasta el remate final con el bordado, todo "hand made" como se estila ahora, íntegramente hecha en casa.
Creo yo que las cajas tienen algún atractivo mágico para mucha gente, o al menos para mí, que me recuerdo desde niña queriendo guardar cualquier cajita de las que vienen con productos de todo tipo, incluyendo las de zapatos, que durante años las forraba con papel en cuanto llegaban a casa y guardaba los zapatos en ellas.
La primera fase fue guardar las cajas sin más, meter en ellas unas canicas, unas tabas, los cromos de la palma, monedas sueltas, los dientes caídos, entradas de cine, tesoros de niña pobre. Después ya empecé a forrarlas, costumbre que mantuve mucho tiempo mientras iba perfeccionando los métodos de revestimiento hasta conseguir cajas perfectas. Siempre rodeada de cajas hasta llegar al momento en que oí por primera vez la palabra mágica, "cartonaje" y empecé a construir mis propias cajas a la medida de la necesidad de cada momento.
La mayor parte de las veces hago cajas para utilizar los bordados de punto de cruz que produzco continuamente, porque esa es mi afición principal y así les doy salida y de paso hago un regalito a alguien, con lo cual mato dos pájaros de un tiro.
Dice el refrán que "quien hace un cesto, hace un ciento" y por eso, en cuanto has hecho un par de cajas después ya casi es automático ver un bordado y pensar el tipo de caja que le viene bien. Es verdad que vale casi todo, pero en general el tamaño y las proporciones del bordado, los colores o incluso el motivo, sugieren un tipo u otro de caja, una utilidad u otra.
En este proyecto el proceso empezó en cierto modo al revés, es decir, decidí primero la utilidad de la caja porque había mucha gente que demandaba un costurero potente y después busqué un bordado de un tamaño apropiado para ese objetivo. Obviamente tengo que elegir para tanta gente que participa en el proyecto y no es fácil acertar con los gustos de todos, así que he pensado que, siempre que pueda, voy a proponer más de una opción, para tener más posibilidades de que guste a más personas.
Para esta caja estudié montones de catálogos de diseños de punto de cruz y finalmente he elegido dos gráficos de tamaño y formato casi idénticos y de estilos diferentes: de un lado el que veis en la caja que sirve de muestra en este artículo, titulado "Tulip Festival", creación de la diseñadora Brenda Gervais y comercializado bajo la marca "With thy Needle and Thread".
Como alternativa propongo el gráfico titulado "Flowers for you", de la firma Blackbird Designs, un diseño precioso, como todos los de esta firma, que yo bordé hace mucho tiempo y utilicé en aquella ocasión para aplicarlo en un bolsito de labores.
Uno es un motivo bastante ingenuo, un poco infantil y con mucho encanto; el otro, es más elegante y romántico, floral, con un colorido precioso.
Ya veis que ambos son preciosos y hasta se pueden hacer los dos porque no se parecen en nada y no ofrecen dificultad alguna, creo que no podría elegir, me encantan los dos; en esta caja he elegido el Tulip porque será para mi hija Ana y para ella me encantaba la conejita jardinera, pero estoy pensando repetir el otro para mí.
Uno mide 19 x 13 cm y el otro 19 x 12, o sea que sirven indistintamente para las dimensiones de la caja sin alterar nada de nada, a lo sumo un poquito más o menos de margen.
En el caso de Flowers for you he utilizado la tela Belfast en color Country Mocha Vintage y para Tulip Festival he puesto Belfast teñida por mí con té ligero casi sin manchas. En los dos casos quedan estupendos, aunque admitirían otros tonos de lino, como el Cream, el Antique Ivory, el Flax, etc.
Hay otra cosa que influye muchísimo en la calidad de estos bordados y es el tipo de hilos utilizados. Actualmente tenemos la suerte de contar con una enorme variedad de hilos, teñidos artesanalmente y de calidad extraordinaria, además de coloridos espectaculares, tales como los Gentle Art, los Weeks Dye Works (para mí los preferdos por encima de todos), también los Classic Colorworks, Atalie, Nina's Threads, etc.
Cierto que los moulinés DMC, de los que tengo el catálogo completo, son buenísimos y los uso mucho para bordado tradicional y sobre todo cuando se trata de manteles, servilletas y otras prendas que deben lavarse a menudo, porque son totalmente sólidos, pero en este tipo de gráficos no pueden competir con los tonos degradados, cálidos y ricos de los Weeks o los Gentle, que marcan la diferencia en cualquier diseño, que aportan profundidad y riqueza de gamas, además de estar hechos con hebra de algodón satinado de excelente calidad, que se borda con facilidad y proporciona un brillo especial. A veces vale la pena gastar un poco más para lograr un resultado mejor.
Para realzar el bordado, que casi siempre va colocado en el exterior de la caja, también es importante elegir con cuidado las telas con las que se reviste el exterior y el interior de la caja, puesto que estas telas, con su diseño y colorido tienen la múltiple función de completar el diseño, enriquecer el acabado y sobre todo realzar el bordado, completarlo, acompañarlo, integrarse con él en un todo en el que nada desentone.
Casi siempre utilizo en mis cajas las telas de algodón que se venden para el patchwork, por la infinita variedad de coloridos y estampados y por la calidad del algodón, perfecto para estos usos, porque es al mismo tiempo resistente y muy agradable de trabajar.
No sé cuáles son las razones por las que elijo una tela u otra en cada caso, simplemente creo que es algo instintivo, primario, voy a la tienda con el bordado en la mano y sin ninguna idea preconcebida y allí me dejo llevar por los colores y motivos del bordado que son los que "eligen" lo que mejor les viene.
En esta caja la elección son dos telas de la colección "Sweet cherry wine", diseño de Blackbird Designs para Moda, sin duda una de mis marcas favoritas. Siempre que puedo elijo la calidad MOda y dentro de esta firma hay varios diseñadores que me encantan: 3 Sisters, French General, Blackbird designs, todos diseñan colecciones de hasta 40 telas coordinadas entre sí que ofrecen interminables combinaciones exitosas.
Quizá si hoy fuera otra vez a comprarlas, elegiría otras diferentes, pero estas se me pegaron a las manos en el primer instante y el secreto está en dos detalles: el color mostaza verdoso de las hojas de los tulipanes y el rojo de las flores. Se diría que tanto colorido es excesivo para acompañar al bordado y sin embargo os aseguro que no empacha en absoluto, parece que todo nació ahí puesto, como por arte de magia.
Qué le vamos a hacer, la contención no forma parte de mis virtudes, soy bastante tendente a los excesos.
Muchas veces, cuando hago un proyecto un poco más importante, como esta caja y que va a estar destinado a costura o bordado, me gusta aprovechar partes del gráfico elegido para bordar pequeños objetos complemento de la caja o neceser, como he hecho esta vez, que se me ha ocurrido hacer una carterita de agujas, un alfiletero y un cojincillo busca tijeras.
Son objetos muy rápidos de hacer y pasas un rato delicioso creándolos, con apenas unos centímetros de telas e hilos sobrantes, un poco de cinta, algún botoncito, no hay límites para la cantidad de fruslerías que pueden apetecer y la caja queda mucho más completa con ellos, a fin de cuentas va a contener agujas, alfileres, tijeras, o sea que se las ponemos ya a juego y la hacemos más útil y más coqueta.
Para la carterita de agujas he bordado un tulipán a tamaño natural y en el buscatijeras lo he bordado en 1/1 para conseguir esa miniatura. En cuanto al alfiletero, he usado una composición muy básica en el patchwork, combinando trocitos de las telas de revestimiento.
La caja terminada mide 24 x 18 x 8 cm, un tamaño más que suficiente para guardar los útiles normales de costura o para un proyecto de bordado.
La distribución interna es sencilla, para que sea relativamente fácil de armar, porque aún estamos en período de aprendizaje, pero práctica y cómoda de usar.
Lleva dos pisos o espacios separados, uno diáfano en la parte inferior y dos compartimentos en forma de bandejas independientes y extraíbles en la parte superior, adecuadas para contener los objetos pequeños como tijeras, agujas, dedales, gafas, etc.
Realmente yo he tenido en la cabeza el concepto costurero durante su creación, pero esa distribución sirve igualmente para hilos, para joyas, medicamentos, vaya usted a saber qué se nos puede ocurrir.
Me ha encantado hacer esta caja y espero que a vosotras también os haga disfrutar este proyecto. Estoy feliz de respirar vuestro entusiasmo y de ver la gran calidad de vuestras realizaciones, vuestro apoyo me estimula a esforzarme para conseguir mejores propuestas y a ello me dedico, ya con la cabeza puesta en la siguiente etapa.
Todos mis materiales de bordado son adquiridos en La Casina Roja, una tienda online de referencia en España
Las telas de patchwork de este proyecto son de Lunares Patchwork, en Avilés, también una de las "grandes" de su especialidad.
Resto de materiales de mi fondo particular.
Mañana es mi día, es vuestro día, no os extrañe si no parezco estar atenta a vuestras preguntas, simplemente estoy en huelga, por mí, por vosotras, por mis hijas, por mis nietas.
"NOSOTRAS JUNTAS"