Con una mezcla de alivio y de tristeza a partes iguales, llegamos a este momento que algunas veces he visto muy lejano y que, sin embargo, ahora mismo parece haber llegado en un suspiro. Un año entero que se ha pasado como siempre hace el tiempo, muy deprisa, muy intenso, lleno de emociones y a veces de nervios, de ilusión no exenta de preocupación y de experiencias que siempre enseñan mucho. Para eso estamos vivos, para aprender constantemente, para que cada día nos haga más sabios y no solo más viejos y para reinventarnos y sabernos capaces de conseguir todos los sueños. Como este que ahora disfrutamos materializado en una joya que nuestras manos y nuestra voluntad, a partes iguales, han creado paso a paso: el libro en el que muchas aprendimos que los quieros y los puedos son solo las dos caras de una misma voluntad.
Este es el libro textil al que llamaremos para siempre "Mon cahier de broderie" o, lo que es lo mismo, "Mi cuaderno de bordado"
El proyecto al que hemos dedicado muchas horas de este último año y que empezó como un pasatiempo entre amigas para acabar siendo un objetivo importante por el que ha merecido la pena trabajar e incluso sufrir algún rato.
Yo lo veo terminado y siento una gran alegría por haberme decidido a compartir esta idea ya que, de haberlo hecho yo sola, nunca habría sido tan bonito y sobre todo, tan importante.
Hoy os lo presento completamente terminado y os animo a este último esfuerzo que, ahora de verdad, ya es muy pequeño; porque si habeis llegado hasta aquí, si habeis sido capaces de bordar doce hojas llenas de pequeños y maravillosos detalles, unas pocas puntadas más no deberían deteneros. Y solo eso, unas pocas puntadas más, os harán dueñas del libro más bonito que se pueda escribir.
La historia está completa y ahora nos toca encuadernarla, reunir todas las hojas, coserlas bien fuerte para que ninguna escape y acabar de darle forma con una portada que esté a la altura, sencilla y elegante. No necesitamos más.
Con solo algunos toques y un poco de imaginación, un poco de costura y alguna tela especial, nos basta para confeccionar las tapas que representan casi como un calco la imagen del libro de Marie que todas tenemos grabada en la retina.
Fue este verano atrás, en un minuto robado a la costura, cuando Marie Suarez y yo intercambiamos media docena de palabras acerca del diseño de la portada y no hizo falta más, porque estaba claro que el libro en sí mismo lo dice todo y no era necesario ni conveniente derrochar recursos decorativos en la tapa. Ya veis que esta es la etapa más sencilla, desde el punto de vista del bordado, aunque tendreis que practicar otras habilidades, como la encuadernación y la costura, pero tampoco esas van a ser muy técnicas, o sea que las superareis sin problemas.
Una vez terminado, hay que buscar tiempo, al menos un par de horas, para sentarnos a contemplar nuestra obra y disfrutar página a página de esta maravilla que tanto tiempo hemos esperado disfrutar. Quizá dos horas no serán suficientes, pero para esto yo sé que buscareis más tiempo, porque no os vais a cansar de mirarlo.
Una obra tan delicada no puede quedar olvidada en un rincón ni debe ser guardada sin ciertas precauciones, por eso he inventado una sencilla bolsa donde guardarlo a salvo de manchas y rozaduras y donde también tendrá su espacio el libro original, porque yo creo que deben estar juntos, ya que así es como los usaremos en lo sucesivo siempre que queramos repasar un punto o ver cuál es su aspecto una vez bordado.
La bolsa, en forma de sobre, es muy simple, realizada con los mismos materiales que el libro y con pequeños detalles que le dan su gracia especial: el lino de lunares rojos, el piquillo que remata la tapa, las iniciales en punto de cruz y el cierre con un precioso imperdible antiguo que en la foto no veis porque para cuando hice estas fotos los imperdibles estaban todavía en tránsito camino de la tienda de Nuria, "La Casina Roja", que como siempre amable y servicial, los ha pedido especialmente para el SAL. Aquí podeis verlos, son una maravilla que estoy segura os encantará para otras labores; yo, desde luego, ya he reservado varios.
La idea es algo así pero en bonito; no obstante, me hice un apaño con este sustituto que había por casa para que podais haceros una idea de cómo va el cierre. No me negareis que el sistema es el más sencillo que se podía buscar. Claro que luego, las que tengan una idea mejor pueden ponerla en práctica, porque la bolsa admite otras formas de cierre, como un botón, un lazo, un automático, etc. Lo dejo a vuestro criterio, seguro que se os ocurre algo bueno.
Tanto en las tapas como en la bolsa he introducido algunos materiales no habituales hasta ahora en el SAL, aunque todos están elegidos para que contribuyan a reforzar la estética, el colorido y las texturas que hemos considerado "los básicos" del SAL. De ahí el lino rojo del lomo del libro, el lino flax con lunares rojos para dar un toque chic a la bolsa, el piquillo en los mismos tonos para rematar el borde de la bolsa y, como os decía, el precioso imperdible. Con todo ello, para las que lo deseen, Nuria nos ha preparado un kit especial, ya que las cantidades de cada cosa no son las habituales. Desde luego tengo que darle las gracias antes de terminar este SAL porque, además de participar en él como bordadora, su ayuda ha sido muy importante para que tuviéramos dispuesto y a tiempo todo lo que le he ido pidiendo, siempre que lo hemos necesitado. Gracias, Nuri, eres un sol y tu tienda un tesoro que nos llena la vida de alegrías.
Ahora me queda animar a todas las que habeis quedado en el camino para que retomeis el impulso, porque aunque esta fase haya terminado, los artículos de este blog seguirán publicados en él y los tutoriales os darán la misma ayuda que hasta ahora. Además, os cuento que habrá una segunda edición del SAL muy pronto, o sea que podeis seguir el ritmo de esa segunda fase y así disponer de un año más, cualquier cosa antes de dejarlo abandonado porque es una delicia verlo terminado.
Ahora toca daros las gracias a todas por vuestro apoyo, por vuestra confianza, por vuestro ánimo y por vuestro cariño, desde luego que habeis sido un estímulo increíble que me ha permitido superar la pereza y el desorden. Gracias por seguirme hasta aquí y por confiar ciegamente en cuanto os he propuesto, solo espero que la experiencia os haya resultado tan grata como yo la estoy viviendo.
Esto no es una despedida porque, afortunadamente, el blog es como la salita de casa donde podremos seguir viéndonos siempre que vosotras queráis. Y seguro que no tardaré mucho en inventarme otra historia que compartir con vosotras. Mientras tanto, no olvidéis daros una vuelta por aquí, me encantará saber que lo haceis.
Un enorme abrazo SALero y hasta luego.
NOTA: NO os preocupe si no recibís el tutorial de inmediato, solo es que estoy pasando unos días con mi nieta recién estrenada y tengo poco tiempo para ocuparme de estos menesteres. Pero no tardaré demasiado, lo prometo.