ALFORJA DE COSTURA 2
Este está siendo un año tan devastador que ni siquiera he tenido ganas de asomarme al blog, como un temor de abrirlo y decir algo inconveniente, o no saber qué decir, porque todas las cosas que habitualmente publico me parecen frívolas para este tremendo momento de nuestra historia.
No es que quiera esconderme, no es que haya dejado de dedicarme a mis aficiones preferidas, al contrario, he producido más que en otras épocas, pero simplemente limité mis publicaciones habituales porque no me salía mostrarme falsamente alegre y tampoco quería contar las amarguras que llenaban mi cabeza y mi corazón. Ya sabéis, el silencio es la mejor de las opciones cuando no se puede decir nada de interés y ojalá muchos lo tuvieran en cuenta, se agradecería vivir con menos ruido.
Aún me resulta difícil expresarme, pero me he comprometido con muchas personas a publicar un tutorial para confeccionar el neceser plegable de costura que yo llamo “Alforja de costura” y, como no he encontrado la manera de hacerlo a través de Instagram o de Facebook, lo haré mediante el blog, para que todo el que quiera pueda acceder fácilmente al archivo con las instrucciones.
Dicho esto, aprovecho para saludar tan afectuosamente como puedo a todas esas personas que habitualmente seguían mis publicaciones y que me han echado de menos en estos largos meses, espero que estéis bien y que la fuerza os alcance hasta ver la luz. Mi abrazo más cariñoso y mi intención de seguir ofreciendo pequeñas cosas para animaros no os van a faltar.
Cuando tienes aficiones muy arraigadas es fácil recurrir a ellas continuamente, sobre todo teniendo tiempo para dedicarles y en esta temporada tan dura, en la que muchos hemos vivido escondidos, tiempo ha habido más que suficiente.
Por eso el bordado, la costura, el punto, el bricolaje, la lectura y el jardín me han llenado los días y hasta he conseguido disfrutar de todo ello pese a faltarme tantas otras cosas vitales.
Cultivar la empatía y la resiliencia ha sido un ejercicio constante, pensar en el dolor de tanta gente y hacerlo mío para situar cada inconveniente en la escala correcta y agradecer estar viva, estar sana, poder mantener en lo más alto la esperanza de un mañana muy próximo y mejor, mezclar esos sentimientos con cada hilo, en cada puntada, me ha ayudado a no rendirme y a no caer en el pútrido fango ideológico en que han querido ahogarnos para vencer nuestra voluntad.
No hay nada más poderoso que el amor y yo sabía que al final de este camino me esperaban los abrazos y esas manitas que no quiero dejar de apretar, por eso he hecho mis deberes en silencio, he resistido y he esperado ese momento que, ahora, ya vacunada, se adivina muy próximo.
Quizá la propia vida no vale tanto por sí sola, pero si tienes un compromiso con personas que te piden insistentemente que dures al menos cien años, debes esforzarte por no faltar a esa palabra y eso es lo que hago, resistir, cumplir lo prometido. Aquí me tenéis, amores míos, me he cuidado para volver a veros.
Y ahora vamos a lo que vamos.
Este modelo de neceser de costura plegable y especialmente pensado para usarlo colgado en el brazo del sillón, es uno de mis temas recurrentes y, además de haber hecho ya unos cuantos, para regalar y para mí, también los he mostrado en este blog, al menos en dos ocasiones y en una de ellas, aunque no lo recordaba, acabo de comprobar que ya había escrito unas instrucciones para su confección.
A continuación os adjunto los enlaces a ambos artículos por si os apetece echarles un vistazo. En primer lugar hablo de la primera alforja que hice, la de pruebas, muy simple y sin bordado, más pequeña pero igualmente útil, de hecho aún anda por ahí ya bastante deteriorada por montones de horas pasadas al sol y a la intemperie.
La otra es un poquito más elaborada, ya incluye un bordado y está todavía en perfecto uso, ocupada con un proyecto de esos que van quedando en standby y que quizá ya nunca llegue a terminar. En el artículo en que la mostré en este blog había escrito unas instrucciones sencillas para poder hacerla. Quizá se complementen con las que van adjuntas a este artículo, al menos espero que os sean útiles.
Mi nueva alforja surgió sin querer, porque me encapriché del gráfico titulado “Indigo Lane”, de la firma With thy Needle and Thread y después de bordado no sabía muy bien qué hacer con ese formato tan apaisado. A veces hay que dejar las cosas reposar un tiempo hasta que, tarde o temprano, aparece una idea feliz, pero en este caso pensé rápido en la alforja porque ya había empezado mi temporada de bordar en el exterior y la que usaba estos últimos años está ocupada con un proyecto que no me apetece seguir por el momento, así que me dije: “pues una alforja nueva”. Y dicho y hecho, en unas horas estaba lista.
He de decir que le encontraba el pequeño defectillo de ser un motivo demasiado alargado, lo que hace la alforja más ancha que las otras que he cosido, pero una vez puesta en la silla de mimbre queda muy bien, así que ahí pasa los días y seguramente será así hasta el otoño.
De momento estamos ocupadas (la alforja y yo) con otro bordado de la misma diseñadora, el famoso “Winter rose garden”, maravilloso pero que me está costando, porque es muy grande y con bastantes puntadas, además de tener un formato que, por ahora, no me sugiere nada. No sé si sabéis que no me gusta enmarcar los bordados, prefiero usarlos en otro tipo de objetos y tampoco son infinitas las necesidades de cosas bordadas por la casa. En fin, si lo termino lo guardaré a reposar un tiempo.
La alforja también funciona perfectamente como tapiz de sobremesa, así que ha venido bien este nuevo accesorio para sumar a mi innumerable colección.
De todos modos su utilidad primordial, que es entretenerme, está sobradamente cumplida. Ya después, si la uso o no, si era necesaria o no, es lo de menos. Ahora más que nunca hay que dedicarse a las aficiones con el único objetivo de estar entretenidas y preservar en lo posible la ilusión y la salud mental.
En cualquier caso, espero que os guste o, al menos, que os despierte las ganas de hacer algo parecido, estoy segura de que podéis mejorarla y adaptarla a vuestros gustos y necesidades, hay muchísimas posibilidades de darle una vuelta a un objeto tan básico, ya me contaréis.
En cuanto a la confección, ya veis que es un formato muy elemental, en realidad no es más que un rectángulo acolchado y con bolsillos que se pliega en tres (podría ser en dos), convirtiéndose así en neceser cerrado y que lleva en su interior los accesorios necesarios para guardar y organizar lo necesario para una labor de costura o de bordado, es decir, casi tantas opciones como gustos o necesidades.
El tutorial que adjunto a este artículo es exactamente para este tamaño y este bordado, pero es fácil de adaptar a cualquier otro bordado o sin bordado, con un motivo de patchwork, cada cual hará su versión y muchas la mejorarán. Si la idea os sirve y tenéis algo de idea de costura, os quedará genial, seguro.
Para esta alforja he elegido dos telas muy sobrias: en tonos verde musgo la exterior, apenas estampada y muy sufrida para la vida que va a llevar y una preciosa tela japonesa de estampado floral, también sobre verdes, para el interior.
Para no salir de compras, he rebuscado por casa todo lo demás y los botones son forrados con la tela exterior. En algunas ocasiones viene muy bien tener en casa un surtido de carcasas de botones para forrar, de distintos tamaños, porque son facilísimos de preparar en un momento y solucionan un apuro, además quedan ideales y coordinan con las telas sin ninguna duda.
Aunque tengo muchos retales de tela por casa, tuve que comprar las dos telas porque cuando me puse a preparar los patrones me di cuenta de que llevaba más tela de la que pensé en un principio. En el tutorial os indico las cantidades necesarias y como podéis aprovecharlas al máximo.
Solo espero que os sirva y que os permita disfrutar de esos ratos en los que olvidar todo lo malo y disfrutar con nuestras creaciones.
Para que sea fácil comunicarnos y, como en otras ocasiones, intercambiar ideas y ayudarnos unas a otras a resolver dudas o inconvenientes, he creado un grupo de Facebook con el nombre Alforja de bordado, al que podéis sumaros libremente y participar cuando os apetezca.