PATCHWORK CON HEXÁGONOS
Hace unos días, mi amiga Bebel me enseñó las nociones básicas para hacer patchwork partiendo de una figura básica y sencilla como el hexágono regular. Como ella también me había enseñado a hacer los biscuits con los que hice el cojín-manta de Ana y sus lecciones siempre funcionan bien (en eso se parece a Didi), me quedé con ganas de practicar esta nueva variante.
Quiso la casualidad que esta misma madrugada tocara insomnio mañanero y las consiguientes divagaciones a través de internet, que es lo más fácil de hacer a las 5 de la mañana, cuando ni siquiera te apetece leer. Y en la página de Casamía, ¡que no podéis dejar de visitar!, me encontré lo que me faltaba para decidirme a hacer el experimento.
Un poco más tarde descubrí que el día se prestaba para las labores, porque el tiempo estuvo espléndido, no tuve visitas, mañana no trabajo (con lo que tampoco tenía que hacer deberes), así que fue agradable dejarse llevar por el "dolce far niente", pensar mucho, hablar poco, cocinar nada y comer de restos, dedicando todo el tiempo a mi hobby preferido: hacer cosas que no sirven para nada.
De esa conjunción de cosas nació un alfiletero que ni falta me hacía pero sirvió para probar la nueva técnica que ahora os cuento (Por cierto, no podeis imaginar lo que me costó hacer esas cuatro cruces en ese color de tela ¡y eso estando al sol!)
Esto es, en principio, lo que se pretende hacer, es decir, un módulo básico hecho con hexágonos que después se puede repetir para hacer lo que se necesite, desde un bolso, un cojín, una manta o lo que se os ocurra. Como yo solo quería probar, por eso me quedé con este único módulo y lo convertí en alfiletero.
Empezamos por cortar un patrón de la pieza básica en un trozo de acetato grueso y bastante rígido (yo he usado una lámina de las que se usan para tapas de encuadernar) y con ese patrón hay que dibujar y recortar tantos hexágonos de papel como piezas vaya a tener nuestro patchwork.
Luego se cortan las piezas de tela dejando un margen de costura alrededor de unos 5 mm. (yo lo hice a ojo)
Se hilvana la tela sobre el hexágono de papel doblando cuidadosamente los márgenes sobrantes y las esquinas.
Luego hay que unir entre sí los hexágonos; partiendo de la pieza del centro, vamos uniendo a su alrededor las otras seis, colocándolas derecho contra derecho y cosidas con pequeñas puntadas al canto.
Luego unimos los otros lados y , si vamos a hacer un trabajo más grande, seguiremos añadiendo hexágonos según el diseño de combinación de colores que hayamos dispuesto.
Cuando ya se han unido las piezas se plancha bien y se quitan los hilvanes, retirando entonces los papelitos.
A partir de aquí le puse una tela por detrás, lo rellené de guata bien gordito y le hice pespuntes en todas las costuras
Un trocito de lazo de organza (el único que tenía en casa con un color apropiado) le hice un lacito para colgarlo y ya está.
Este no es el acabado convencional, que se hace con acolchado plano, pero para alfiletero queda simpático y como prueba para aprender la técnica está bien.