Este es un proyecto de bordado y cartonaje en grupo y a distancia (lo que viene llamándose un SAL) que comenzó su andadura el 5 de Febrero de este año con el propósito de bordar seis gráficos de punto de cruz y utilizarlos para construir otras tantas cajas, de tamaños y formatos muy diferentes.
Pues bien, hoy mismo, con un retraso de cuatro días sobre el plazo previsto, acabamos de publicar la sexta y última etapa, en la que el objetivo es bordar el gráfico titulado "Tis the season", diseño de Blackbird Designs y crear a partir de él una caja destinada a guardar adornos navideños o cualesquiera otros tesoros de esos que nos gusta conservar y, puesto que soy la convocante y coordinadora de ese grupo de estupendas/os bordadoras/es, os presento esa última caja que viene a poner un broche de oro a esta temporada estimulante y divertida.
No es una novedad para quienes me conocen que me encanta el punto de cruz, soy una loca coleccionista de gráficos de determinadas diseñadoras/es y podría pasar horas y horas haciendo cruces, acariciando hilos, organizando materiales y mientras tanto dejando volar la imaginación. Me relaja y me cura de muchas enfermedades del alma y del cuerpo y sustituye para mí a buena parte de posibles visitas al centro de salud.
Por eso no me cuesta emprender proyectos de este tipo, en los que trato de buscar posibilidades de utilizar esos bordados que voy haciendo sin que sea necesario ponerlos en las paredes, que es el uso que menos me gusta. Y como sé que hay muchas personas que coinciden conmigo en esa búsqueda, siempre que me viene una idea que me parece aceptable procuro compartirla y así, además de entretenerme, hago amigas y amigos. No imagináis la cantidad y calidad de gente que me encuentro en estos grupos que formamos para compartir nuestras aficiones a distancia, de hecho pienso que estos son realmente los fines saludables de las redes sociales.
Pero no siempre puedo bordar todo lo que quisiera porque, aunque esté jubilada, tengo muchas obligaciones y tareas que me ocupan mucho tiempo. Y a veces me pone de mal humor que no me quede ese mínimo ratito libre para hacer "mis cosas". Ayer, sin ir más lejos, talé y podé árboles a motosierra durante diez horas prácticamente ininterrumpidas y no para mí, sino para ayudar a un vecino que lo necesitaba. No podía elegir, pero en mi cabeza estuvo todo el día la caja y redactar el tutorial, así que hoy madrugué y no he parado hasta poder publicar esas instrucciones que mucha gente esperaba.
Claro que andar con esas prisas tiene consecuencias y mientras escribo esto me vienen a la mente algunos detalles que he olvidado incluir en las instrucciones.
Este diseño se publicó por primera vez hace ya unos cuantos años y yo lo conocí a través del blog de Nieves Mª (una maestra del buen gusto en cualquier tipo de labores). En cuanto lo vi fue un flechazo irresistible pero en aquel momento no podía dedicarle tiempo y lo dejé pasar, pero cuando por fin quise comprarlo estaba agotado.
Me quedé con las ganas y no dejé de buscarlo en foros de segunda mano, o en las tiendas de internet que conozco, sin éxito. He de decir que lo encontré pirateado en una página de internet pero acostumbro a bordar solo los gráficos que puedo comprar y por eso no lo descargué.
Afortunadamente las diseñadoras lanzaron una nueva edición, creo que en el año 2015 o 2016 y entonces pude comprarlo, aunque no lo bordé de inmediato.
En cuanto tuve ocasión lo bordé y ya entonces con la idea clara de aplicarlo en una caja quedó en espera hasta ahora. Por eso cuando decidí emprender este SAL y empecé a buscar diseños para las distintas cajas este ha sido el único que estaba decidido desde el principio, sabía que sería el último y también sabía que lo complementaría con los linos de lunares y el blanco.
El bordado tiene unas dimensiones generosas, por lo que me ha permitido diseñar una caja importante, con capacidad suficiente para guardar los adornos del árbol de navidad que he ido bordando en los últimos años y también unas bolas preciosas que habíamos pintado a mano mis hijas y yo cuando eran niñas.
Me ha costado bastante dar con el formato, porque no quería introducir en la caja ningún elemento que pudiera interferir estéticamente con el bordado, la quería sobria, sencilla sin dejar de ser lujosa y para ello tuve que inventar el sistema de cierre, porque lo he visto alguna vez pero nunca he visto cómo construirlo, así que tuve que hacer unos cuantos cálculos hasta dar con el truco.
La coordinación del bordado con los linos elegidos para forrar la caja es perfecta, puesto que reúnen los mismos dos colores básicos: el gris natural del lino en el bordado y en el fondo de los lunares y el blanco roto en los propios lunares y el interior. Eso unido a la especial textura del lino, proporciona un acabado limpio y de una gran riqueza.
Para colmo, en los últimos días han llegado a La Casina Roja (tienda donde compro mis materiales) unas puntillas de adorno en los mismos tonos que las telas de lino que he elegido para la caja y en cuanto las he colocado sobre ellas he comprobado que todas quedan preciosas, sobre todo si se colocan alrededor del bordado en la tapa o también en la parte baja de la caja. Yo he elegido la más ancha en el tono gris Raw linen, colocada alrededor de la tapa.
El resultado satisface completamente mis expectativas porque la caja es tan bonita como yo imaginaba que sería, en torno a un bordado que ha sido reeditado varias veces porque es una delicia que siempre se agota. Lo tiene todo, diseño, color, proporciones, estilo y, pese a manejar uno de los temas más icónicos y llenos de tópicos, como es la Navidad, resulta original y diferente, sin lq más mínima concesión a la vulgaridad.
Yo lo he bordado sobre lino Belfast, de Zweigart, en color Flax y he utilizado hilos de seda de mis fondos de armario, mezclando marcas como Gloriana, Belle Soie, Atalie, un poco de aquí y de allá, porque los originales no los tenía, pero ha quedado bastante aproximado al original.
La caja se ha forrado con lino Belfast color Flax con lunares blancos en el exterior y lino Newcastle color blanco antiguo en el interior.
Espero que a todas las y los participantes les haya servido de algo este proyecto compartido conmigo y que al menos hayan disfrutado un poquito. Ya, si además han aprendido algo útil, me considero muy afortunada por haber contribuido a ello.
Muchísimas gracias por haber confiado en mí y haberme acompañado fielmente durante estos meses. Espero que sigamos mucho tiempo más en contacto.
Enhorabuena por vuestras espectaculares creaciones, he disfrutado muchísimo viéndolas.
Muchas gracias también a la tienda online La Casina Roja, por prestar soporte técnico y material a todas las locuras que se me ocurren; sé que sin Nuria, su alma mater y propietaria, muchas de estas maravillas no serían posibles.
Y gracias a otras tiendas como Calicó, Vuelta y Cruz, Lunares y alguna más que no conozco, que nos han proporcionado las telas que han completado cada una de las ideas.
Deseo que todas/os tengáis un feliz verano y mientras estaré por aquí, atenta al grupo de trabajo de Facebook, por si alguien publica alguna cosa.
Un abrazo grande y hasta pronto