Si me descuido un poco más, llega el momento de publicar la caja 6 y aún no os he dado cuenta de la maravillosa caja 5 que seguramente muchas de las participantes en el SAL ya estáis a punto de terminar.
Excusas no tengo, que parecen sonar siempre igual, tengo razones, una absoluta imposibilidad de encontrar un rato descansado y relajado para escribir, porque este es el año de la marmota, el momento en que la obsolescencia, programada o no, hace estropearse una cantidad tal de materiales, objetos y herramientas en mi casa que tal parece que una meiga nos ha mirado mal. Y aunque en estas últimas dos semanas hemos avanzado algo y ya se empieza a ver la luz, aún me queda tarea suficiente para no aburrirme hasta septiembre, como mínimo.
Así que, a duras penas, de noche, deprisa, quitándome horas de sueño, sin disfrutarlo mucho, he podido terminar el bordado que ya luce en la tapa y encontrar una tarde para construir la caja; afortunadamente el modelo lo tenía previsto y no tuve que pararme a pensarlo, con lo cual conseguí enviar los apuntes en el plazo acordado, aunque me costó la misma vida hacerlos.
Es verdad que, superado todo eso, la caja está para comérsela, es preciosa y me encantan tanto las telas de algodón como el bordado, así que me compensa los sofocos que he pasado.
El gráfico se titula "The bells on Christmas Day" y aparece en un cuadernillo del mismo título publicado recientemente por la firma "Blackbird Designs". En el mismo cuadernillo se recogen varios gráficos más, en distintos tamaños y formatos, todos tan bonitos que me lancé a bordar algunos en cuanto tuve el librito en casa.
Si no lo tenéis os lo recomiendo, merece la pena porque es totalmente aprovechable de principio a fin. Yo lo he comprado en La Casina Roja, igual que la tela y los hilos de bordar.
En cuanto abrí el librito y me encontré con este gráfico, tuve la seguridad de haber encontrado lo que buscaba porque el tamaño y el formato eran exactamente como los había imaginado.
Unos motivos clásicos y muy queridos por estas diseñadoras, como los abecedarios, las flores, los pajaritos, las casitas, unidos a un colorido espectacular, de tonos cálidos y armoniosos, como salidos de un libro antiguo, dan forma a un gráfico que es un auténtico dulce, apropiado para una gran caja en la que guardar muchos tesoros, desde los adornos del árbol de navidad hasta los "Santas" que muchas estamos bordando para un calendario de Adviento o, quién sabe si unos zapatos "Manolos", una colección de cartas de amor o esas fotos antiguas que no acabamos de pegar en un álbum. Todo puede caber en esta maravillosa caja, grande, acogedora, elegante y sólida como todos los sueños que abrigará durante mucho tiempo.
El bordado se ha realizado sobre lino Belfast, de Zweigart, en color "Country Mocha Vintage" (que le va como anillo al dedo) y con los hilos recomendados por las diseñadoras, una sabia selección de entre las colecciones "Weeks Dye Works", "Gentle Art" y "Classic Colorworks". Son tan espectaculares que no he tenido la más mínima tentación de cambiar ninguno de ellos.
Como casi siempre que hago cajas, con el bordado terminado me fui a la tienda de telas para elegir aquellas que, además de revestir la caja, me sirvan como complemento perfecto para hacer destacar las cualidades del bordado. Creedme que este es un momento crucial, en el que es necesario tomarse un tiempo y además contar con ayuda experta para elegir con acierto y a mí me gusta mucho ese ejercicio de ir colocando telas y más telas junto al bordado, hasta encontrar las que realmente le encajan a la medida; no es tan difícil, basta "escuchar" al bordado, observar cuándo chirría o cuando de pronto se siente a gusto y te deja visualizar un resultado perfecto.
En esta ocasión he recurrido a la tienda de patchwork "Calicó", en Oviedo, donde con la ayuda de su dueña, Sofía, hemos encontrado dos telas perfectas para el tipo de bordado: en el exterior un estampado "ton sur ton" en tonos granates, intenso y profundo y en el interior un estampado menudito de flores rosas sobre fondo verde musgo que coordina perfecto con los colores del bordado. El resultado es una combinación sobria y elegante pero con mucha fuerza, en la que el bordado queda absolutamente regio, como si hubiera sido pensado para ese lugar.
En esta ocasión, por el tamaño y la orientación del gráfico, he elegido el formato de caja con tapa separada, que no habíamos practicado hasta ahora y que va perfecto. Con este formato, que es sencillo de realizar, completamos una colección de modelos que nos permitirá en lo sucesivo diseñar y construir casi cualquier tipo de caja, dependiendo del bordado que tengamos para ella o del uso que queramos darle.
En apenas 15 días estaremos ya presentando la sexta y última caja, pero de momento vamos a disfrutar este auténtico "cajón", que bien merece un lugar de honor en nuestras casas.
Espero que os haya gustado esta propuesta.