CHRISTMAS JUMBLE
Tan cerca ya de las grandes fechas navideñas, esta entrada es el pretexto perfecto para expresaros mis deseos sinceros de que esta Navidad esté llena de paz, que podáis vivirla con vuestros seres queridos y que el año próximo podamos seguir compartiendo momentos, sentimientos y aficiones, disfrutando de esta amistad en la distancia que tan reconfortante nos resulta a veces. Por mi parte, me esforzaré en seguir publicando mis historias, única forma que se me ocurre de mantener esos lazos que, incluso sin conocernos, hemos ido creando.
El modelo que hoy os enseño fue comprado hace ahora un año, en cuanto llegó a las tiendas y llevaba empezado desde entonces, pero no conseguí terminarlo hasta hace unas pocas semanas; luego vino el proceso de pensar en la forma de terminarlo para que pudiera lucirse y, finalmente, forma ya parte de la decoración navideña de este año.
Diseñado por The Drawn Thread con el título "Christmas Jumble", forma parte de la interminable colección de modelos de esta diseñadora que atiborran los cajones de mi armario de los gráficos y viene a unirse a unos cuantos más que he bordado en temporadas anteriores.
El caso es que estos últimos años he bordado tantos ornamentos navideños que ya me faltan espacios donde utilizarlos y siempre pienso que no haré más, pero luego llegan nuevos diseños a las tiendas y algunos son tan encantadores que no puedo resistirme; algo así me ha pasado con este modelo, que reúne todas las cualidades de los diseños de esta casa: elegancia, sencillez, delicadeza, exquisitez. Una verdadera belleza que representa sin lugar a dudas la estética navideña más refinada, con los tonos clásicos (rojo, verde y blanco) tan recurrentes en la iconografía nórdica y que nosotros hemos adoptado sin reservas.
Como podeis ver en los detalles, todo el modelo está bordado en verde, rojo y blanco, mezclando el punto de cruz con algunos puntos especiales, algo característico del estilo Drawn Thread, que también suele incluir perlitas, charms, botones diminutos y toda clase de complementos deliciosos que contribuyen a enriquecer el bordado aunque sin cometer ningún exceso, porque si algo distingue a estos diseños es precisamente la elegancia.
El formato rectangular, muy alargado, se basa en una retícula formada por veintisiete casillas cuadradas, algunas subrayadas por un sencillo pespunte y otras únicamente indicadas por las exactas proporciones del número de puntadas. Dentro de esa estructura, lo que a vista de pájaro podría parecer un abecedario es en realidad la expresión "Merry Christmas", cuyas letras saltan de un cuadro a otro alternándose con una preciosa colección de detalles navideños, tales como las bolas de adorno, los paquetes de regalo, las ramitas del abeto, los cristales de hielo, las flores de Pascua, etc.
Nada de lo que para nosotros identifica a la Navidad falta en esta original tarjeta de felicitación y eso, unido a que es el "ornamento nuevo", ha hecho que, después de muchas pruebas, haya acabado colgada en un lugar de honor dentro de la casa, donde todo el mundo que venga podrá verla.
Después de darle muchas vueltas, he acabado montando este diseño en formato de panel, sobre una base de tela de algodón de cuadritos country en tonos verde y beige, que realza aun más, por contraste, la refinada belleza del bordado. Una cinta bordada con corazoncitos en los mismos tonos de la tela base, remata el panel al mismo tiempo que sirve para colgarlo y se completa en el extremo inferior con tres diminutas campanillas doradas. Las telas de cuadros se han convertido en una especialidad de la tienda "Lunares patchwork", de Avilés y es difícil escapar a su encanto, porque entre la enorme variedad de colores y formatos que allí puedo elegir hacen muy fácil encontrar la que mejor se adapta a cada necesidad.
Este montaje en panel sobre base rígida es un formato al que recurro mucho, porque es muy rápido de confeccionar y permite lucir muy bien los bordados; claro que, al llevar el bordado al aire y sin ninguna protección corre el riesgo de ensuciarse más fácilmente, pero teniendo en cuenta que solo se saca de su envoltorio en las fechas de navidad, espero que nos dure unos cuantos años en buenas condiciones.
Ahora me esperan días de descanso en los bordados para dedicarme en exclusiva a disfrutar de mi familia, especialmente de la princesa Violeta, que es una fuente inagotable de gracia y alegría y que no deja lugar al aburrimiento. Eso y la cocina, los reencuentros, las largas conversaciones al teléfono, las comidas copiosas, las copas en exceso, las digestiones de horas, qué voy a contaros yo que no hayáis experimentado todos alguna vez (o casi todos, que no quiero exagerar).
Ante tal programa de festejos será difícil que una aguja pueda cruzarse en mi camino, pero que no cunda el pánico, tengo material acumulado para poder publicar en el blog sin que parezca que me he ido al extranjero; eso sí, tendré que hacerlo clandestinamente, con nocturnidad, cuando todo el mundo descansa.
Sed felices y tened cuidado con los excesos, que luego se pagan. Quizá en Enero tengamos que retomar aquella dieta que habíamos dejado abandonada por falta de voluntad; si es así, recordad que tener las manos ocupadas con la costura evita muchas tentaciones de ir a la caja de los bombones o, peor aún, a la bandeja de los dulces navideños sobrantes. Así que, hacedme caso, preparad labor para empezar en cuanto pase el día de Reyes, es lo mejor.
Un abrazo muy, muy, muy grande y reitero mis mejores deseos.