VESTIR UNA CAJA (SUMMER SPLENDOR)
Hay muchos diseñadores de modelos de punto de cruz que me resultan atractivos, aunque cada uno de ellos me atrae por motivos muy diferentes. En el caso de Little House Needleworks, hay algo intuitivo, primitivo, quizá un recuerdo infantil, que me lleva a interesarme por sus modelos en cuanto los veo; son sencillos, coloridos, ingenuos y muy fáciles de hacer, así que ya he perdido la cuenta de los que habré hecho hasta ahora.
En este caso se trata de un modelito aparecido este verano bajo el título "Summer splendor" y en cuanto lo vi en "La Casina roja" lo pedí inmediatamente; es muy pequeño, rápido de hacer, entretenido y con un colorido precioso.
Claro que, una vez hecho, empecé a preguntarme qué hacer con tantas pequeñas cosas que se me antojan y que no voy a poder convertir en cuadritos porque ya no hay paredes bastantes en la casa, así que lo dejé en la cesta hasta encontrar una idea para usarlo.
Está bordado en lino Belfast con hilos de algodón Crescent Colors, que son los recomendados por esta marca (y que tienen un colorido precioso, por cierto).
Unos días después de acabarlo, me dio por recuperar y organizar hilos de mouliné de distintas marcas que guardaba en una caja que siempre nos acompañaba en los viajes que hacía con mis alumnos y que servían para enseñarlos a hacer pulseritas de nudos y así tenerlos entretenidos en los ratos libres, por las noches, en el autobús, etc. Ahora, ya jubilada, la caja de las pulseras ya no tiene objeto y los hilos pueden servir para otra cosa. Ahí quedarán como recuerdo esas pocas pulseras inacabadas, algunas aún con la etiqueta del nombre de su propietaria/o (Angela, Edwin, Adrián,...) que no recuerdan la pulsera pero sí los maravillosos ratos que hemos pasado juntos.
Y en ese rato de revolver hilos y recuerdos fue donde me llegó la inspiración para dar salida al "Summer Splendor": forrar la tapa de una caja o, mejor dicho, vestirla, porque pasa de ser una simple caja de cartón a ser una caja importante.
Como la tela del bordado no alcanzaba para cubrir toda la tapa (eso me hizo caer en la cuenta de que a veces soy un poco "tacaña" con los márgenes que dejo), le hice un marco con una tela de algodón resto de un patchwork que hice hace tiempo; son unas rayas que llevan muchos de los tonos del bordado y combinan muy bien. He puesto una capa de relleno debajo, porque da un acabado mucho más agradable y además siempre ayuda a mantener la tela bien tirante.
Por dentro puse otra tela más clarita cuyos colores también se coordinan con los de las rayas. Rematando la unión de ambas telas, un galón estampado en tonos marrones y ya está lista para guardar tesoros.
Me encantan las cajas, tengo la casa llena de ellas, las uso para cualquier cosa e incluso les cambio la utilidad de vez en cuando y de siempre me ha encantado forrarlas, la mayor parte de las veces con papeles bonitos, algunas veces con tela, pero es la primera vez que uso un bordado y me parece que lo repetiré porque no cuesta más trabajo (salvo el bordado) y puede ser un regalo precioso para alguien especial.
Realmente un trabajo muy entretenido y fácil de hacer, que no requiere utensilios especiales (tijera y pegamento de barra) y que da un resultado espectacular. Me hubiera gustado más hacer las esquinas a inglete y lo intenté, pero las bandas de rayas no son del mismo ancho (por las proporciones del bordado y la caja), con lo cual el inglete quedaba descentrado y se notaba aún más la desproporción, así que opté por unirlas en recto que además es mucho más fácil.
Espero que os haya gustado y que os sirva la idea.