VESTIDITO BEBÉ

Hacía mucho tiempo que no tocaba racha de bebés a mi alrededor y ahora parece que vamos a tener una temporada refloreciente, con lo cual estoy intentando poner al día mis habilidades ya casi perdidas porque ese es un género especial dentro del mundo de la costura; obviamente, no es lo mismo hacer chapuzas con un quilt o un cojín para el sofá que hacer esas delicadísimas prendas que deben estar primorosamente realizadas y rematadas. Y no es fácil, me está costando bastante recuperar la habilidad necesaria para tejer esos hilos tan finos con esas agujas que se escapan entre los dedos torpes o intentar hacer esas costuritas que casi no consigo sujetar entre dos dedos. Espero que la práctica mejore lo que la artrosis y la falta de costumbre han deteriorado.

Para practicar he empezado por este conjunto para una niña que nacerá en muy pocos días, hija de unos amigos jóvenes, pero de gustos clásicos en lo que a moda de bebé se refiere. Por eso he optado por una combinación de materiales y colores que reúna en lo posible modernidad y tradición. De un lado, he elegido un color, el gris, que últimamente ha tomado mucha fuerza en las canastillas y que viene a sumarse con acierto a los tradicionales rosas, azules, beiges y blancos que ocupaban casi todo el muestrario dedicado a los recién nacidos. Y además en algodón, una versión suave y esponjosa de algodón ecológico, dulce, mate y fresco para el verano que algún día va a llegar. Y lo he combinado con un plumeti blanco con topos grises que es una de las telas que más me gustan para vestidos de bebé.

El formato es bien sencillo y también muy práctico, con el cuerpo y las mangas de punto y la faldita de plumeti, forrado con una batista suiza finísima. Por supuesto, las mangas tienen que ser largas, para que la criatura pueda lucirse a gusto en el fresco verano asturiano. El conjunto se completa con la braguita cubrepañal y la capota, ambas realizadas con el mismo plumeti, por supuesto.

El forro, que va suelto a modo de enagua, va rematado con una tira bordada muy sencilla, que también remata las piernas de la braguita.

El plumeti es una tela que tiene una prestancia y una elegancia inigualables y hoy en día se encuentra en muchos colores aparte de los clásicos ya mencionados. Además, al ser de algodón, es perfectamente saludable para los bebés y aguanta perfectamente los lavados y la plancha. En este caso, todo el conjunto puede lavarse sin problemas en la lavadora, lo cual es una ventaja enorme tratándose de ropa de bebé.

Y además de tener un mantenimiento muy sencillo, lo que ahorra trabajo a la mamá, también es facilísimo de vestir porque con solo poner un body debajo, en 5 minutos queda la niña perfectamente arreglada y dispuesta para el paseo. La talla es de recién nacida pero como el cuerpo es elástico, he hecho un poquito más largas las mangas y así podrá usarlo durante todo el verano sin problemas.

Espero que la pequeña lo disfrute mucho, aunque tendrá tantos modelos que casi no habrá días suficientes para que pueda lucirlos todos, pero eso es lo que tiene el nacimiento de un bebé, que todos nos volvemos un poco locos. De momento, yo lo he pasado en grande recuperando este apartado que me encanta.