A veces nos encontramos con diseños para bordado o punto de cruz que, por sus características, nos apetece bordar sobre una tela de aspecto envejecido, en tonos manchados o amarillentos, como si el paso del tiempo las hubiera cargado de historia y dado un valor añadido. Y aunque los fabricantes de telas para el punto de cruz se han esmerado en fabricar tonalidades francamente bonitas, no siempre encontramos el color a medida o preferimos personalizarlo para que sea único y más artesanal.
En cualquier caso, por si alguna quiere en un momento dado hacer el experimento, os cuento algunos sencillos trucos para teñir lino de bordado en casa, de una manera fácil y rápida y con resultados más que aceptables.
Antes de nada comentaros que el lino es una fibra noble, 100% vegetal, muy resistente a los ataques de insectos, a los hongos y a la podredumbre, aunque la exposición continuada al sol (por ejemplo,en cortinas) puede llegar a debilitarlo hasta pulverizarlo. En cuanto a los tintes, el lino acepta muy bien cualquier tintura natural o química, si bien es una fibra con tendencia a blanquearse y a "escupir" los tintes aplicados por métodos artesanos en los sucesivos lavados. Aunque esta última característica es muy favorable a la hora de conseguir tonalidades tenues, lavadas, de color desvaído, tan bonitas para usar en los bordados sin que el color de la tela interfiera con los de los hilos.
Pueden utilizarse decocciones de muchos vegetales comunes, como la cebolla, té, café, ortigas, remolacha, etc., pero en este caso os mostraré únicamente los más fáciles y asequibles: el té y el café.
Os recomiendo que antes de meter a teñir las telas hagais una prueba con algunos pequeños trozos
Partimos de lino blanco o blanco roto, obviamente cuanto más clara la tela de base, más control en el efecto del tinte que vamos a aplicar. Puede ser cualquiera de los linos Zweigart que usamos para el punto de cruz, pero también sirve para cualquier tela de lino, independientemente del grosor.
Antes de empezar, sobrehilar los bordes de la tela para evitar deshilachados en el proceso de manipulación. No es imprescindible pero podemos perder unos cm de tela a base de hilos sueltos.
También es importante tener en cuenta, si hay que trabajar con alguna medida concreta, que el lino va a tener una merma apreciable de aproximadamente un 2 o 3 %, o sea que es importante preparar el trozo un poco abundante.
Prepara una cantidad de líquido suficiente para que pueda mojarse cómodamente la tela y usar preferentemente recipientes de cristal, loza o porcelana.
En la imagen vemos dos baños:
Izquierda: café negro preparado largo, como café americano y usado en caliente
Derecha: Té negro, en este caso se trata de "Earl Grey", no muy cargado, también usado en caliente
Sumergir las telas en los baños y remover bien para que las telas se empapen por todas partes
Dejar en el baño, removiendo cada poco, unos 10 o 15 minutos, hasta que el líquido se haya enfriado.
Sacar las telas del baño y escurrirlas estrujando entre las manos, intentado arrugar la tela lo más posible. El arrugado ayuda a conseguir un teñido irregular, a manchas, que desaparecerá en parte con el lavado, pero que siempre dará un matiz especial al tono final.
Una vez escurrido el exceso de líquido, estirar las telas sin deshacer las arrugas y meter en el horno de la cocina a temperatura entre 80º y 90º durante 15 minutos (o hasta que la tela se haya secado por completo).
Una vez secas las telas en el horno, lavar con agua y jabón lo suficiente para hacer desaparecer el aroma, sobre todo del café y hasta que el agua de aclarado salga limpia, sin restos de desteñido.
En este paso observareis que las telas pierden mucho de su color, quedando un aspecto más natural y un manchado muy tenue que apenas se notará más allá de darle una pátina muy suave.
Ahora es el momento de proceder al secado definitivo, para lo cual es conveniente estirar bien las telas con las manos, aplicando la tensión alternativamente en las dos direcciones, intentando conservar la trama proporcionada propia de estas telas.
Dejamos secar, preferiblemente en una superficie plana. En la imagen veis el color tan diferente que proporcionan los dos baños. A la izquierda el café, más clarito, en tono beige-crema con pequeñas manchas oscuras regularmente repartidas.
A la derecha el té, un tono más intenso, beige pero tirando a rojizo, muy similar al color Antique Ivory de Zweigart.
Ya veis que,en contra de lo que suele pensarse a priori, el té tiñe mucho más que el café y pierde menos tinte con el lavado.
Empezar a planchar antes de que la tela esté totalmente seca y volver a dejar secar en horizontal. Importante planchar siempre en las dos direcciones, para no deformar la trama.
Siempre que planches estas telas o también un bordado terminado, es muy importante no mover la tela hasta que se haya enfriado por completo. Esto ayuda a conservar mucho mejor el planchado.
Una vez bien secas las telas procedemos a un segundo planchado definitivo, que será aún más cuidadoso e intenso que el primero, recordando siempre dar las pasadas alternativamente en las dos direcciones para cuadrar bien la tela. Dejar enfriar y luego ya podemos guardar hasta su uso.
Es imposible controlar las luces con una cámara doméstica y en una casa con luz cambiante, pero espero que se aprecie bien la diferencia al ponerlas sobre una tela blanca, que ayuda a comprobar el matiz que han cogido cada una de las telas.
Yo he empezado por usar la teñida con café y me encanta cómo está quedando porque, además de que el color es muy suave, las manchitas se integran perfectas en el bordado y dan un acabado precioso.
De todos modos, el tono más oscuro del té es también maravilloso y ha quedado perfectamente uniforme, sin una irregularidad.
Este artículo viene a cuento de una idea que me anda rondando por la cabeza desde hace un tiempo y que os contaré dentro de poco, cuando consiga acabar de encajar todas las opciones.
En cualquier caso, se relaciona con una nueva colección de gráficos de punto de cruz de la marca "Blackbird Designs", ya en venta en nuestras tiendas favoritas, que se distribuirá mensualmente durante un año y que he decidido bordar en telas teñidas por mí como las que os muestro ahora.
Esta es la primera de las entregas, que me he comprado en "La Casina Roja", como siempre y que ya estoy bordando en mi preciosa tela recién teñida. Por supuesto también queda perfecto en cualquiera de las telas que se venden ya teñidas.
Espero contaros pronto más cosas de esta nueva aventura.