TARTA HELADA DE TURRÓN
Una receta navideña que se puede comer todo el año y que es un comodín para unas prisas o para esos días en que no apetece cocinar un postre; barata, fácil, rápida y que se conserva mucho tiempo. En mi casa nunca falta en Navidad, porque después de esas comidas copiosas y larguísimas, a todos nos hace falta algo fresco que llevarnos a la boca; por otra parte, es la preferida de los niños y a la cocinera le resulta estupendo poder recurrir a algo rápido y precocinado.
Ahora que ya ha pasado la Navidad, seguro que se os ha quedado perdida en la despensa alguna tableta de turrón blando que ya no apetece comer y no es cosa de dejarla hasta el año que viene, no sea que se nos vaya a caducar. Lo mejor es ponerse diez minutos de "remango" y preparar esta tarta. Así alegrareis la comida de un día cualquiera y vais despejando los armarios de todo lo que sobra.
Lo primero que debeis hacer (no es imprescindible, pero os lo recomiendo), es preparar el toffee líquido que, por otra parte, es utilísimo siempre para un montón de postres y se conserva en un tarro en la nevera por mucho tiempo.
Ponemos en un cazo al fuego 100 gramos de azúcar y cuando esté dorado añadimos 150 ml. de nata líquida, una nuez de mantequilla y una pizca de sal. Removemos hasta que se integre todo bien, reducimos 5 minutos y ponemos a enfriar. El toffee va a tener dos usos: por un lado mejora el sabor y la textura de la tarta y por otro lado, va a ser el toque decorativo a la hora de servirla.
Ahora vamos con la tarta:
Necesitamos:
4 claras de huevo
150 g. de azúcar
350 ml de nata líquida (de un tetra de medio litro, la que nos queda después de hacer el toffe)
1 tableta de turrón blando
1 vasito de toffe líquido
Montamos con las varillas la nata y el azúcar hasta que esté bien consistente.
En otro recipiente, montamos las claras a punto de nieve con una pizca de sal, también firmes.
Mezclamos suavemente las dos cremas para que mantengan bien el aire
Desmenuzamos el turrón con las manos, groseramente, sin deshacer demasiado, ya veis la textura en la foto. Mezclamos con la espuma procurando no bajarla mucho, no es necesario que quede muy homogéneo.
Si vais a añadir toffe líquido (ya dije que es opcional), ahora es el momento y también lo dejamos como a medio remover, que se vean claramente los hilos de caramelo entre la crema de nata.
Colocamos en molde redondo de paredes altas y alisamos un poco la superficie con la espátula. Envolvemos en film y al congelador al menos 12 horas.
Yo siempre sirvo emplatada, porque el aspecto desmoldada (salvo que la decoreis) no es muy atractivo y además, si sobra se puede volver al congelador y es mejor para ello que no tenga decoración.
A la hora de servir, cortamos en porciones, regamos con un chorrito de toffe templado y , ¡buen provecho!
En esta foto se aprecian bien los trozos de turrón y los veteados más oscuros que hace el toffe dentro de la masa.
No me digais que no es la más fácil del mundo, pocas excusas quedan para no hacerla. Sirve cualquier turrón de Jijona pero, obviamente, cuanto mejor sea el turrón más rica sabe la tarta. A mí no me había sobrado ninguno, así que ayer vi unos de oferta en el super y lo cogí para hacer la tarta que acabo de tomarme ahora mismo. Rica, fresquita, ¡mmmm!
¡Ah! y una pequeña cosa: si guardáis toffe sobrante en la nevera, es probable que esté casi sólido después de un tiempo. No os preocupeis: basta un toque de microondas y recupera enseguida la fluidez.