Bordar con hilos de seda sobre tela de lino fue una de las razones que me hicieron volver al punto de cruz y otras labores después de mucho tiempo de abandono. El tacto delicadísimo, el suave deslizar de las hebras a través de la tela, el brillo satinado característico y una paleta de colores matizados y degradados de una riqueza asombrosa, hacen inevitable volver una y otra vez a vivir la experiencia, aunque sea con una pequeña cosa como este cuadrito encantador de Little House Needleworks, llamado "Singing blues".
Afortunadamente existen muchas firmas que comercializan buenos hilos de seda y todas ellas ofertan además unas paletas amplísimas, obtenidas de manera artesanal lo que hace que cada madeja sea única.
En este bordado he utilizado los recomendados por el diseñador, que son los "Belle Soie" de la Crescent Colours, en marfil, azul océano y un toque pequeño pero impactante de rojo cereza.
La tela es mi favorita "Belfast", de Zweigart, en color Summer Khaki; bueno, en este punto debo confesar que los linos me encantan todos aunque preferiría los de trama más fina, pero la vista no me lo permite, ya que me cuesta tanto esfuerzo que dejaría de ser divertido. Así que me gusta Belfast porque es preciosa y también porque me va bien.
De todos modos, con las dos hebras de seda queda perfectamente cubierto el tejido y el punto adquiere un relieve ideal.
Me gusta la sencillez elegante del motivo y la sobriedad del colorido. Todo ello unido a su pequeño tamaño hace que sea fácil de encajar en cualquier rincón de la casa, así que en seguida lo colgaré.
Ya he bordado varios motivos de LHN y siempre me dejan con ganas de hacer otro y otro y... Pero hay que repartirse un poco y probar también otros diseñadores porque en las tiendas y en Internet se encuentran auténticas maravillas que esperan nuestra atención.
Lástima que yo no consiga sacarle a mi cámara un rendimiento mejor para que el colorido pueda llegaros tan bonito como es en realidad. Pero vuestra imaginación pondrá el resto, seguro.