SARLAT-LA CANÈDA
Si Bergerac es la capital del Perigord púrpura, Sarlat es la joya del Perigord negro, una impresionante ciudad medieval, conservada magníficamente sin la más mínima concesión al folklorismo o al colorín fácil. Y es que la arquitectura de Sarlat, gótico sobrio y contenido, no necesita ningún aditivo para deslumbrar; desde la vivienda más humilde hasta los palacios o los edificios administrativos o comerciales, las callejuelas, los pasadizos, las placitas inverosímiles, diminutas, más bien patios de vecindad, o las más generosas y abiertas al visitante, forman un extenso y completo catálogo que te hace ir con la cara arriba y la boca abierta continuamente.
Visité Sarlat un día cualquiera de semana en el mes de Agosto, por la mañana. Las dificultades para aparcar y la imposibilidad para encontrar hotel con cierta antelación (tuve que buscar a unos cuantos kilómetros), me hicieron sospechar que aquella hasta entonces para mí desconocida ciudad, tenía algo especial.
Y en cuanto eché a andar por las calles descubrí que no iba a estar sola en mi paseo. Cada rincón, cada plaza, exhibía su espectáculo particular: teatro, música de todas clases, danza, malabarismo, pintores, artesanos,...Y rodeándolos, una buena cantidad de visitantes que lo inudábamos todo y disfrutábamos de todo, de paso o sentados en las terrazas dispuestas al efecto por todas partes.
Realmente se respiraba un ambiente alegre y distendido, una alegría tranquila y contagiosa que me hizo sentir muy bien. Me refiero a sentir paz, optimismo, disfrutar de todo, sin que la mucha gente que pululaba como yo de un lado a otro llegara a constituir un problema.
Esta curiosa imagen muestra una iglesia del siglo XV que ha sido convertida en el mercado cubierto y que se cierra con esas gigantescas puertas modernas ¡de hierro!. El mercado, magnífico (¡¡¡¡mmmmmmm!!!!!!!), productos locales artesanos y de calidad: quesos increíbles, salchichones de oca y pato según recetas tradicionales, productos del pato, , panes exquisitos, frutas, confituras,...Me puse morada a comer...y a comprar. ¡Qué peligro!
Aparte de los mercados, el comercio local me pareció verdaderamente importante, tanto en calidad como en variedad de productos (no solo alimenticios) y sobre todo predominan las "boutiques" de apetecibles ideas para regalar, jejeje.
Sarlat está a solo 80 km. de Bergerac y en medio de ambas y sin necesidad de desviarse demasiado, hay lugares para cansarse de visitar, casi sin bajarse del coche se disfrutan paisajes, pueblos y castillos sin solución de continuidad.
No es difícil imaginar por qué aquí se desarrolló una parte importante de la guerra de los Cien Años y por qué los ingleses y los franceses eran incapaces de desprenderse de estas tierras.
Pronto os enseñaré más maravillas del Dordogne-Perigord y un día, cuando tenga muchas ganas de escribir y suficiente inspiración poética, os contaré la Toscana a mi manera, el lugar donde me gustaría vivir.