Me parece mentira pero hemos llegado a los dos tercios del SAL, casi sin darnos cuenta se han ido quemando etapas, algunas más difíciles que otras y ya se puede ver el final a la vuelta de la esquina, muy cerca para las que habeis seguido más o menos al día, un poco más lejos para las que habeis empezado tarde o habeis tenido que dejar a un lado la tarea. En cualquier caso, esto tiene una marcha imparable, ya es más difícil volver atrás que seguir andando y solo deseo que nada os impida conseguirlo.
Hoy os presento la hoja número 8 y hoy, es azul. Azul como el agua, como el cielo de primavera, como la inocencia, azul limpio, suave, relajante y fresco, azul como el hielo.
Inesperadamente, un nuevo color que pasa a formar parte de esta historia bordada en capítulos y aunque se nos antoje un poco extraño, ahí están el blanco y el verde para acercarlo a nuestro terreno conocido, para que no se nos haga tan ajeno. De nuestra rutina hemos retirado el rojo, porque su ruidosa presencia entorpecería este ejercicio de calma y en su lugar ponemos el beige, el color del pan, cálido y amable, dorado y discreto contrapunto del frío azul.
Es diferente a lo que hemos hecho hasta ahora, rompe nuestros esquemas de color, ya grabados después de tantos meses de blanco-rojo-verde, pero tengo que confesar que me encanta este relax visual: es perfecto y no me canso de mirarlo. Estoy segura de que os pasará lo mismo y no me negareis que cada nueva hoja es más estimulante que la anterior.
Desde luego, a estas alturas ya somos bordadoras casi expertas pero, por si eso fuera poco, las explicaciones del libro modelo son tan perfectas que es casi imposible hacerlo mal y con ayuda de las imágenes el resultado no puede ser más que precioso. Por eso esta hoja os va a resultar tan fácil y agradable de hacer que querreis acabarla en dos días.
Pero yo os aconsejo que no lo hagáis, es mejor dosificarla, porque si la terminais antes de tiempo os vais a morder las uñas hasta que llegue la siguiente y ¿qué hareis entonces?, ¿acaso inventaros la etapa 9 para no tener que esperar?
Yo desde luego, no pienso adelantar los plazos, así que vosotras vereis, esto es todo lo que hay hasta el día 15 de junio.
Sugiero ideas para rellenar tanto tiempo, como por ejemplo practicar los puntos para que os salgan mejor que los míos, que alguna "morcillita" he metido acá y allá y no quiero que os pase lo mismo, que queda muy feo. Aunque pienso que a vosotras no os puede pasar porque si algo os sale mal, lo deshareis y volvereis a hacerlo bien. En cambio, yo casi nunca deshago nada y así me va.
Hombre, yo suelo ser humilde pero no tonta, a ver si pensabais que os iba a poner la foto macro de mis peores errores, ya voy eligiendo las menos crueles, porque si os enseño mis florecitas de point de poste perdería todo mi carisma y dejaría de ser vuestra guía espiritual y eso no puede suceder nunca.
Un ejemplo de mis fechorías que aprovecho para comentaros un truco muuuuuuuuuy importante: el point de poste nunca queda bien con una aguja gruesa, porque cuesta mucho hacerla pasar a través del bucle de hilo y acaba deshaciéndose el rulo y convirtiéndose en morcilla. Por eso os he puesto en el libro de instrucciones que os compreis una agujita muy fina, un número 28, por ejemplo, para hacer superbien las florecitas de point de poste. ¿De acuerdo?
Comparad esas dos flores que se ven en la foto y comprendereis lo que digo: la de la izquierda fue hecha antes de que yo comprendiera el por qué de esos rulos tan horrorosos y os aseguro que me esforzaba en hacerlos bien. La de la derecha fue hecha cuando pensé que una aguja más fina me funcionaría mejor y creo que así es. Claro que se pueden hacer mejor, pero yo no hice este SAL para ganar medallas como la mejor bordadora, eso lo dejo para las competitivas, que haberlas, haylas.
Cuando acabeis de disfrutar con esa borrachera de azules pastel, os dejo esta sencillísima página de título recuperando nuestros colores, la estética que nos ha guiado hasta aquí y que seguirá estando hasta el final del libro. Sí, ya sé que algunas han pensado, ¿y por qué no hacer esta página con los mismos colores que su página contigua? Pues no sé cómo la hareis vosotras pero para mí estas páginas contribuyen a reforzar la coherencia estética del conjunto, independientemente de los cambios y sorpresas que aparezcan en las demás y por eso las he pensado siempre en rojo, verde y blanco. Pero sois mayores, podeis disentir.
No os quejareis de esta orla tan sencillita, prácticamente de principiantes, que os he inventado este mes, esto sabeis hacerlo sin mirar al libro ni una sola vez y encima, con el gráfico tan chulo que os he dibujado, va a ser miel sobre hojuelas. Creo que no necesitamos más porque esta página no debe robarle el protagonismo a su pareja el día que se la pongamos al lado, solo presentarla, nombrarla y acompañarla discretamente.
El óvalo es también muy simple, un contorno de pespunte con las hojitas de punto margarita y no pude resistirme a ponerle un par de florecitas para dar un toque de alegría. Como en la hoja anterior, aprovechamos que la tela es apropiada para bordar directamente sobre ella el título y así nos ahorramos una etiqueta.
No olvideis enviarme las fotos de la hoja anterior, que últimamente cada vez recibo menos, porque cogeis carrerilla con la nueva y se os olvida que estamos todas esperando ver los avances de las expertas.
Espero que tengais un buen despertar y que este artículo le ponga un poco de ilusión a vuestro día 15 a pesar de la nueva borrasca que llega y de tantos disgustos como nos traen los telediarios. Si quereis un consejo, casi es mejor pasarse a los culebrones, se está peor informada, pero no se sufre tanto, al menos siempre se sabe que van a acabar bien.
Feliz semana y feliz bordado y no dejeis de enviarme fotos. Un abrazo a todas