SAL "MON CAHIER DE BRODERIE" - HOJA 10
Sin madrugar demasiado, que para eso ya está el sol en este espléndido e inesperado verano, estrenamos semana, quincena y etapa del SAL, que para eso es día 15 y además vuelve a coincidir en lunes, un día precioso para empezar cosas. Esta nueva hoja forma parte, además, de un trío que, no sin intención, he dejado para el final, por su mayor dificultad técnica y por su mayor complejidad, para que se conviertan en el broche de oro de este curso acelerado de bordado tradicional.
Los puntos anudados o puntos de nudo son el ejercicio fundamental de esta nueva propuesta que gira casi íntegramente en torno al punto de espuma (point de poste) y a las múltiples creaciones en las que puede utilizarse y que yo, sinceramente, ni siquiera conocía, pese a que es un punto que he utilizado muchas veces, sobre todo en bordados smock, en vestidos infantiles, aunque tengo que reconocer que nunca me ha salido demasiado bien y por tanto no le tenía demasiada simpatía.
Y digo que no le tenía simpatía, en pasado, porque después de haberme peleado con esta hoja y con el trapo de las pruebas, he cambiado de idea y he comprendido cosas que hacía mal y que he podido corregir y otras que, con la debida práctica, espero mejorar aún un poco más. En cualquier caso, reconozco que el punto de espuma o point de poste permite creaciones muy ricas y delicadas, sobre todo aplicado a diseños florales que pueden enriquecer cualquier prenda.
Mi propuesta en esta hoja recoge exactamente todos y cada uno de los motivos propuestos en el libro original aunque he tenido que cambiar la composición para que la lectura sea vertical, puesto que nuestro bordado va a formar parte de un libro que tiene ese formato y el uso como tal en un futuro será más cómodo si todas las páginas tienen la misma orientación.
He empezado por situar el precioso medallón en el lugar protagonista que yo creo merece dentro del conjunto y después he ido distribuyendo el resto de motivos con el criterio de no descartar ni uno solo pero siempre conservando una estética compositiva equilibrada y clara, porque el diseño está lleno de pequeños detalles y es fácil caer en el caos si no se organizan adecuadamente.
En cuanto a los hilos, no he querido añadir ninguno nuevo a la paleta que ya hemos utilizado y por eso esta hoja está bordada con restos de todos los colores que ya han formado parte de hojas anteriores; no faltan, por supuesto, el rojo y el verde básicos del SAL y también he recurrido a los otros verdes que hemos usado y al tostado que también ha aparecido en la hoja de azules. Solo son nuevos unos toques de amarillo, para los que no he querido daros ninguna referencia concreta puesto que, si bordáis habitualmente, es fácil que tengáis en casa unas hebras de cualquier amarillo que quedará bien en esos pequeños nudos que forman el corazón de las flores.
En cualquier caso, sigo manteniendo el criterio general de usar el menor número posible de colores dentro del SAL para evitar que el exceso de apuntes cromáticos provoque una dispersión de la atención visual que debe centrarse en la importancia de los puntos y en la calidad de su ejecución que es el objeto principal de este libro. Y pienso que este ejercicio, por ejemplo, no sería más bonito si tuviera más colores, ¿no os parece?
Para la página de títulos he utilizado un formato muy sencillo, adaptando un motivo que ya hemos bordado en alguna de las páginas iniciales, dedicado al punto de margarita (point de bouclette) y así, todo el conjunto, salvo el texto, está bordado en ese punto; es muy sencillo de realizar y aporta una ingenua frescura y para contribuir a esa sencillez, he decidido bordar en la misma técnica la etiqueta del título.
Las florecitas a punto de bouclette-poste (¿en español sería margarita-espuma?), bordadas en rojo, ponen el punto justo de viveza sin recargar la composición. Ya os lo he contado en las instrucciones pero insisto aquí en que las bordéis con una sola hebra de hilo para conseguir la ligereza necesaria en sus pequeños pétalos.
Una de las cosas que más me satisface de este trabajo es lo mucho que aprendo y la cantidad de recursos que me proporciona para otros proyectos. Casi continuamente recurro al libro de Marie o a las hojas que ya hemos bordado en busca de ideas e inspiración y siempre encuentro lo que busco. Un ejemplo son las páginas de títulos que voy añadiendo al conjunto y que no son más que desarrollos de muchas de las técnicas que hemos practicado hasta ahora y que casi sin darnos cuenta nos han enriquecido muchísimo. Tanto es así que creo no será una exageración decir que nuestra vida de bordadoras ya no será igual después de este trabajo.
Claro está que no todo el mundo vive las mismas experiencias de la misma manera pero el participar en un SAL, que en teoría es un trabajo que debe mostrarse a otros, nos obliga a esforzarnos para poder mostrar resultados más dignos a los ojos de los demás. Y todo lo que nos haga esforzarnos nos mejora porque amplía nuestras posibilidades y nos entrena para la dificultad.
Bien, vayamos terminando los discursos porque tengo que ir al grano, es decir, enviaros vuestro tutorial para que podáis empezar cuanto antes el nuevo experimento que estoy segura os va a encantar, incluso a las que tienen pánico al punto de espuma (alguna me lo ha confesado).
| |
Aprovechad la luz del verano para bordar incansablemente y ojalá esta nueva hoja os haga disfrutar tanto como a mí, que eso es lo más importante de todo lo que perseguimos: pasarlo bien y ser felices.