SAL "MON CAHIER DE BRODERIE" 2ª ED. HOJA 6
La noche previa al día 15 de cada mes siempre siento una especie de emoción contenida, un nerviosismo entre preocupado y feliz que me impide dormir de un tirón y que no me abandona hasta que consigo publicar el artículo correspondiente del SAL "Mon cahier de broderie" y todos los e-mails han sido enviados.
Y no importa que estemos ya en el preciso "ecuador" de la segunda edición ni que este ritual, por lo tanto, se haya repetido ya a lo largo de los últimos 18 meses, las sensaciones siguen siendo las mismas. Por eso esta pasada noche dudé entre escribir el artículo antes de acostarme o levantarme temprano para hacerlo, pero ayer había trabajado bastante en el jardín y me encontraba cansada, así que opté por la segunda posibilidad.
Dormí bastante bien hasta las 5h30 y a partir de ahí fue una pelea con mis nervios hasta que, por fin, a las 6 me levanté y me dispuse a empezar la tarea. A esas horas y habiendo dormido poco, un café se impone como imprescindible antes de intentar ni siquiera encender el portátil, así que me lancé de cabeza a la cocina y mecánicamente apreté el botón de encendido de la cafetera; abrí una lata de galletas (justo lo que no debo hacer en ningún caso) y me puse a mordisquear una mientras sacaba la leche del frigo y preparaba la taza. Ni siquiera me fijé que el interior del frigorífico estaba oscuro y me irritó que el microondas no quisiera arrancar, pensando que se había estropeado justo en ese momento. Decidida a tomar el café como fuera, opté por calentar la leche en un cazo y mientras esperaba que se calentara, coloqué la taza en posición y puse una cápsula en la cafetera mirando de reojo a la leche. Aprieto el botón del café y vuelvo a cabrearme porque la cafetera está apagada, "seré idiota, si creía haberla encendido", vuelvo a accionar el interruptor y entonces es cuando, por fin, comprendo, no parece haber corriente. Pruebo con la lámpara, tampoco reacciona, estamos en apagón, voy a la caja de fusibles, repaso todos los automáticos, armo y desarmo por orden, nada, no hay reacción, el problema no está en casa, es lo habitual en estas zonas rurales donde la red de distribución se cae con bastante frecuencia.
Así que me encuentro levantada a horas intempestivas, sin poder usar el portátil porque no funciona el wifi, sin poder tomar un café porque no hay electricidad y sin nada más que hacer que esperar la solución, así que mi única opción fue ponerme a hacer punto de cruz al lado de la ventana donde los primeros rayos de sol empezaban a asomar. Fueron pasando las horas y cada vez más irritada he pensado cuántas de las rutinas de nuestra vida actual dependen directa o indirectamente de la electricidad y qué difícil es hacer funcionar una casa sin ella; hemos estado sin suministro hasta las 11:30, así que acabo de tomarme el ansiado café y por fin puedo hablaros de lo que vosotros estáis esperando, la convocatoria de la sexta etapa del SAL "Mon cahier de broderie", que irá seguida de un correo en el que recibireis las instrucciones para poneros manos a la obra sin perder un segundo, aunque quizá deberíais al menos reservar un rato para comer.
Imagino que ya habreis mirado más de una vez los artículos de la primera edición, por lo que casi nada en este SAL es una incógnita para vosotros, pero me hace ilusión volver a tentaros y contaros mis historias como si fueran nuevas, porque para casi todos vosotros es la primera vez y también merecéis que todo suceda como debe ser.
Ya veis que esta es una hoja muy divertida o, como su título deja adivinar, un poco "loca", diferente a las que hemos hecho hasta ahora porque incluye un pequeño patch divertidísimo de hacer y que se adorna con puntos fáciles de gran efecto visual.
Estamos ya en la fase de realizaciones, así que cada hoja se compone de una de ellas por una cara y un título en la otra página, introduciendo la realización que aparecerá en la hoja siguiente y así hasta el final.
Como ya sabeis, las páginas de títulos han sido diseñadas por mí aunque siempre he procurado mantener el estilo y el colorido que caracteriza al resto del SAL y, por supuesto, inspirándome en las enseñanzas de Marie y en los puntos que tan magistralmente nos explica en su libro.
Dado que las páginas de realizaciones son muy densas y ricas en detalles, he procurado que las páginas de título, sin renunciar a ser bonitas y elegantes, sean más sencillas y esquemáticas, si bien nos sirven también para practicar muchos de los puntos aprendidos que, como veis, son preciosos para adaptar a cualquier tipo de labor.
El patch con forma de corazón que preside la página 11 es muy vistoso y alegre y se necesita muy poquita tela para hacerlo, lógicamente restos de otras labores que siempre tenemos a mano. Yo he utilizado cuatro o cinco telitas de Moda que me habían sobrado de un jelly roll y he elegido entre los tonos que más se parecían a los que venimos usando en los hilos del SAL: verde, rojo y crudo y he añadido un toque de rosa. Pero cada uno de vosotros puede hacer su propia combinación en función de sus gustos o de las telas que pueda reunir.
La distribución de los motivos dentro de la página es ligeramente diferente a la que aparece en el libro de Marie, dado que la he adaptado al formato vertical de nuestro libro. Estas variaciones se van a producir de forma similar en otras hojas que bordaremos más adelante.
Un trocito de acetato rígido o una cartulina consistente os serán de gran ayuda para hacer los patrones de corte d elas distintas piezas del corazón. Y una vez hecho, podeis guardarlas por si un día os apetece hacer un motivo como este para adornar otra obra, como por ejemplo un neceser, un bolso,un tapete, etc.
Aprovechando que hoy el día ha amanecido espectacular, os deseo feliz domingo y feliz etapa de bordado con una imagen de un rincón sombrío donde me gusta sentarme a coser, a tomarme un vino, leer o simplemente meditar.
Que seáis muy felices