Buenos días a todos los que leéis este blog y especialmente a los que estabais esperando esta señal de salida para comenzar con renovado entusiasmo las tercera etapa de esta segunda edición del SAL "Mon cahier de broderie".
Ya sabeis que por muchas cosas que me sucedan y por más que el cansancio o los inconvenientes me lo pongan a veces difícil, ya hay en mí un resorte automático que cada día 15 se activa y me hace entrar en modo "SAL" y casi sin darme cuenta me veo sentada ante el teclado para saludaros y anunciaros e trabajo que vais a hacer este mes.
Aquí teneis la tercera hoja de ese libro que avanza con paso firme y que cada vez os dará más satisfacciones, estoy segura, por más que un punto se os resista, o que los imprevistos del día a día os resten tiempo de bordar y acabeis robando horas al sueño o a lo que sea, con tal de llegar puntuales a la cita. Sé que a veces es difícil de compatibilizar este hobby con vuestras diarias ocupaciones, pero sé también que le poneis tanta pasión y tanta ilusión que las cosas salen adelante como si no tuvierais obstáculos y por eso admiro doblemente cada avance que mostráis.
Yo creo que ya habeis pasado lo peor, tras esa primera hoja en que aparecen puntos técnicamente muy difíciles y tantas cosas nuevas que digerir antes de ver la luz, Ahora, al menos, ya habeis superado todas las dudas de la preparación de la tela, de la transferencia de los dibujos, de la costura y del montaje de la hoja. Afortunadamente, ya hay muchas partes del trabajo que se han convertido en rutina y que por eso dejan de ser preocupaciones. Así, podeis dedicar todo el tiempo a disfrutar de cada nuevo punto y de cada nueva composición, en la seguridad de que va a quedar precioso y cada vez un poco mejor aún que en la etapa anterior.
Ya sabeis que en la categoría "SAL Mon Cahier de broderie" de este blog teneis todos los artículos publicados por mí acerca de este tema, de modo que podáis recurrir a textos o imágenes siempre que os hagan falta. Quizá si añadís el enlace a vuestros favoritos os será más fácil tener a mano esa información.
De todos modos, el artículo concreto correspondiente a esta misma hoja nº 3 en la primera edición, se encuentra aquí
Igual que entonces os aviso que, si habeis comprado la tela justa para las tres primeras hojas, podeis preparar un nuevo pedido para las tres siguientes, porque las próximas 3 hojas también se harán en lino Newcastle, es decir, lino de 16 hilos/cm o,lo que es lo mismo, 40 counts.
Ahora quiero responder algunas dudas que muchas personas me han consultado y que creo que pueden servir a algunas más.
1.-
La primera hace referencia, precisamente, al calibre de las telas que se utilizan para bordar este y otros trabajos. En este SAL yo propongo usar telas de la marca alemana "Zweigart", en concreto lino, de dos calibres o grosores de trama diferentes y que la marca distingue con dos nombres de ciudades inglesas (o irlandesas):
"Newcastle" es el nombre que recibe la tela más fina, con trama más cerrada y en la que se pueden contar 16 hilos de trama en un centímetro de tela (de ahí lo de 16 hilos/cm) o, si usamos el sistema anglosajón, el equivalente a 40 hilos en cada pulgada de trama (de ahí lo de 40 counts).
"Belfast" es una tela más gruesa, de trama más abierta, en la que se cuentan 12 hilos por centímetro o su equivalente anglosajón de 32 hilos por pulgada (32 counts).
2.-
Otra consulta muy repetida es relativa al significado de la expresión SAL, en realidad un acrónimo de las iniciales de la expresión inglesa "Stitch-A-Long" que significa, aproximadamente, coser juntas pero a distancia, exactamente lo que nosotras estamos haciendo (esto es lo que yo he averiguado, porque me declaro analfabeta en el idioma inglés).
Un SAL es el equivalente virtual a los corrillos de costura que las jóvenes de siglos pasados formaban para bordar sus ajuares o coser los rotos de la ropa de la familia y en los que se ayudaban unas a otras y compartían conocimientos mientras hablaban de sus cosas y de sus vidas. Aquella era una costumbre muy común en los pueblos y de hecho yo he visto nacer mi afición a las labores por la admiración que me producía ver a las mozas de mi pueblo bordar reunidas, debajo del corredor de la casa, cada tarde de buen tiempo después de haber atendido las tareas de la casa. Era yo muy pequeña y seguramente envidiaba tanto el buen ambiente que se respiraba como los primores que salían de aquellos bastidores. Esta costumbre emparenta directamente con la que en Asturias recibe el nombre de "Filandón", expresión que se aplica a la reunión realizada por las noches, en el interior de la casa y alrededor del fuego y en la que hombres y mujeres participan de la charla mientras ellas remiendan los rotos de la ropa.
Por eso os invito una y otra vez a rememorar aquella costumbre, salvo que ahora los cotilleos y las pequeñas maledicencias los hemos delegado en los programas de televisión que ya no tienen ni pizca de la misma gracia. Menos mal que nos queda el entusiasmo por aprender y por hacer cosas hermosas.
Deseo que esta nueva etapa os proporcione un poquito de felicidad y unos cuantos ratos de paz.
Un abrazo y un soplo de ánimo; esto va muy, pero que muy bien.