SAL "MON CAHIER DE BRODERIE"-2ª ED. HOJA 10
Llegará un día 15 en que echaré de menos levantarme de madrugada para sentarme al ordenador y ponerme a escribir porque después de más de dos años absolutamente entregada a este SAL, ya mi cuerpo se ha acostumbrado a este ritual que puntualmente he cumplido mes a mes y que muy pronto llegará a su fin.
Alcanzamos la etapa 10 en esta segunda edición y sigue pareciendo tan increíble como la primera vez que aún haya tanta gente entregada y dispuesta a resistir la presión hasta el final. Y es que, como os he contado tantas veces, este es un proyecto maravilloso pero muy exigente en el que cuesta seguir al día las etapas, sobre todo para tantas de vosotras que tenéis otras muchas cosas que atender, por eso me parece tan impresionante el entusiasmo infatigable de tanta gente y no puedo dejar de estar agradecida por esa acogida formidable.
Os propongo hoy la hoja número 10 de nuestro libro, una preciosa composición realizada con puntos de nudo que parece un cuadro antiguo, una filigrana de una delicadeza exquisita, bordada con los tonos rosas y verdes que ya hemos utilizado en hojas anteriores y en la que los motivos se organizan de forma ligeramente distinta a la mostrada en el libro de Marie Suarez a fin de adaptarnos al formato de nuestro libro.
Uno de los motivos protagonistas de esta nueva página es el gran medallón de rosas que preside la parte superior de la hoja y que inevitablemente atrae la mirada en cuanto lo tenemos delante. Y es que, pese a estar realizado con los mismos puntos utilizados en el resto de la hoja, su diseño lo hace absolutamente especial y lo convierte en un motivo importante que estoy segura os encantará bordar. A su elegancia contribuye el gran lazo beige bordado a punto de Palestrina y un pequeño charm colgado en su interior; la forma ovalada tan bien calculada en sus proporciones también refuerza esa impresión.
Esta ha sido, sin duda, una de las hojas que más me ha gustado bordar y ello pese a que, antes de hacerla, detestaba el punto de espuma, sobre todo porque era incapaz de bordarlo bien. Después de muchos ensayos en una tela aparte, encontré mis propios trucos para conseguir un poco más de pulcritud en su ejecución y a partir de ahí me lancé sin miedo a realizar cada uno de los motivos llegando, como os decía, a disfrutar de esta página más que en muchas otras.
El principal de esos trucos, el que más me ha ayudado a mí y que os recomiendo probar es utilizar una aguja pequeñita y muy fina, con una sola hebra de hilo, para bordar el punto de espuma; de esta forma el canutillo queda mucho más regular y es más fácil de realizar, porque cuando se usan dos hebras sucede a veces que una de ellas se atrasa y hace que el aspecto final sea un poco irregular. De todos modos, nada como ejercitarse un poco en un trocito de tela sobrante para encontrar por sí misma el pulso de los puntos antes de lanzarse a la hoja definitiva y esto dicho, claro está, para aquellas de vosotras que, como yo, sois aún principiantes en este delicadísimo oficio de bordar.
Si tenéis costumbre de usar el bastidor, debéis tener mucho cuidado en esta hoja, porque el punto espuma podría estropearse si queda atrapado entre los aros del bastidor, incluso estando forrado de tela. Por eso yo he preferido no usarlo en este caso ya que, de todos modos, ninguno de los puntos bordados requiere una gran tensión de la tela.
En este caso, he bordado en primer lugar el recuadro exterior y luego los pequeños cuadritos y los tallos de todos los ramilletes y guirnaldas, es decir, todas las líneas del bordado. Después me dejé llevar y fui dejando caer, con calma y disfrutando, los múltiples nudos y bucles de punto espuma hasta completar todo el conjunto.
Ahora, cuando escribo, siempre tengo delante mi libro y me recreo mirándolo, todavía asombrada de haber sido capaz de hacerlo y emocionada por lo bonito que es y la gran cantidad de inspiración que proporciona. Os aseguro que, después de tanto trabajo, os hará muy felices ver vuestro libro también terminado, por eso no me canso de animaros a conseguirlo aunque sea dentro de mucho tiempo.
La página posterior, diseñada por mí, como todas las de títulos, está realizada casi íntegramente en punto de cadeneta y sus variantes (punto de margarita, punto de bouclette-poste) y las letras están bordadas a punto de tallo. Todos los puntos son muy sencillos y es la prueba de que no hacen falta grandes cosas para conseguir buenos resultados. Realmente, en los bordados, es la ejecución limpia y correcta y la acertada elección de los colores lo que da a la labor su importancia definitiva y la belleza que tanto nos atrae.
Espero que esta etapa os guste tanto como a mí y os anime a continuar en esta aventura que ya está tan próxima al final. Apenas dos empujoncitos más y habremos dado a luz un libro que podremos disfrutar toda la vida.
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Ánimo si te has quedado rezagada, no te preocupes y sigue a tu ritmo hasta que lo consigas, vale más tarde que nunca, las instrucciones que yo te envío no caducarán y mi blog y yo estaremos aquí si necesitas ayuda.
Feliz etapa a todos