SOPORTE PARA BASTIDORES
Yo empecé el año con dos buenos propósitos: ser buena y adelgazar. Hasta aquí, nada nuevo, porque casi todo el mundo empieza el año con algún objetivo importante en su cabeza.
El problema es que no estoy abordando ninguno de ellos, uno porque ser buena seguramente ya no compensa a mis años (ya sabéis: "las chicas buenas van al cielo y las malas a todas partes") y el otro porque, además de meterme en líos, lo que más me gusta del mundo es comer. Así que, como no puedo luchar contra mis debilidades, voy a intentar aprovecharme de ellas.
Pese a todo, los Reyes Magos han sido muy buenos conmigo y me han traído muchas cosas guapísimas, algunas de ellas de sitios tan lejanos como Suecia.
De Italia llegó ayer mismo un objeto que se me había antojado ya hace tiempo y que me tiene encantada pese a que es un trasto más en una casa que ya parece una almoneda.
Se trata del pie para bastidores "Opus-soutien" que venden en "Casa Cenina" y su complemento para colocar el patrón, el "Opus soutien-grilles". Ligero, fácilmente plegable (no lo pienso plegar), muy versátil y regulable en todas las posiciones, resulta comodísimo y permite bordar bien reclinada en el sofá, en la silla o donde cada una quiera, dejando las manos libres, con lo que el punto de cruz avanza a velocidad de crucero.
Ya sé que parezco la representante del producto en cuestión pero siempre me apasiono así con mis caprichos, sean cachivaches u otros "seres" (ya os dije que no voy a ser buena por ahora) y de todos modos siempre me procuro las mejores herramientas cuando me dispongo a hacer un trabajo; hay que ser profesional incluso para los hobbies, ¿no os parece?
Como veis, la patita entra bajo el sofá y las articulaciones múltiples permiten todas las posiciones imaginables, incluso está previsto girar el bastidor del revés para rematar.
De paso os voy enseñando un poquito del nuevo Little House Needlework que estoy haciendo y que adelanté ayer muchísimo con motivo del estreno del maravilloso soporte. Cuando lo temine os lo mostraré más detenidamente.
Por ahora, estoy como niña con juguete nuevo y, como soy muy vieja, me permito daros un consejo: no espereis a que los Reyes Magos adivinen vuestros gustos, son hombres y no se enteran de esas cosas. Lo mejor es escribir carta detallada, con direcciones y todo y, en último caso, regalarnos a nosotras mismas lo que se nos antoje,... por si se les olvida pese a todo.