NUEVO CURSO
El lunes comienza la nueva temporada de bolillos y el reencuentro con las chicas traerá una tarde llena de confidencias, después de tres meses sin vernos y sin saber unas de otras.
Como ya estamos en edad, no faltarán los relatos de achaques, de hijos/as, de quehaceres veraniegos, algún viaje, hallazgos y descubrimientos,... un intercambio compulsivo de información que nos dejará agotadas y satisfechas.
En estas ocasiones especiales siempre nos hacemos pequeños regalos, unos traídos de los lugares de vacaciones y otros que nos fabricamos simplemente por alegrarnos el rato.
Yo voy a regalarles esta vez unos diminutos cojincillos para identificar las tijeras y así evitar que nos peleemos como niñas pequeñas convirtiendo la mesa de trabajo en un "guirigay" en el que nadie encuentra nada suyo.
También les he preparado unos alfileteros personalizados con la inicial y orlados por un distintivo que nos estaba haciendo falta: "Sociedad de mujeres adictas al bolillo", dicho sea con toda inocencia y sin ninguna mala intención. Estamos todas lejos de las malas y las buenas intenciones.
Completaré el paquetito de regalo con un tarro de exquisito paté de oca traído expresamente del Museo del foie-gras, en Penne D'Agenais, porque es importante cultivar los pequeños placeres.
Aún me falta discurrir cómo envolver los paquetes para que queden bien guapos pero, de todos modos, ya sé que les va a encantar por el mero hecho de recibir un regalo inesperado.
Naturalmente, la alegría no sería completa si no nos tomamos un té de frutas acompañado de galletitas caseras de mantequilla.