NAVIDAD BORDADA
Pese a que no soy una entusiasta de la Navidad por razones diversas que muchas seguramente compartís, hay sin embargo algunas cosas de la iconografía navideña que me atraen sin remedio, quizá porque me acercan a la infancia y me hacen soñar con mundos o tiempos mejores. Por eso, cuando veo gráficos de punto de cruz con motivos navideños, siempre quiero hacerlos y así, a lo largo del año pasado y parte de éste he bordado un buen número de ornamentos hasta formar una colección lo bastante importante como para necesitar un espacio para exponerla.
Ya en la Navidad pasada le di muchas vueltas al asunto sin llegar a dar con una buena opción, aunque quedaron bastante dignos, pero este año quiso la casualidad que una de mis sobrinas colgara en Facebook una foto de un árbol de navidad precioso que inmediatamente me encendió la bombillita de la idea feliz, porque me pareció perfecto para mis ornamentos; y claro, como la materia prima estaba bien fácil de conseguir y los ornamentos ya estaban bordados, fue cosa de visto y no visto que yo me lanzara a preparar el montaje, si bien tratándose de mí, las cosas nunca son redondas del todo y después de hacerlo en media hora, anduve con el dichoso arbolito por toda la casa durante una semana, de acá para allá, sin encontrarle el hueco que me gustara lo bastante.
Eso trajo como consecuencia y sin venir mucho a cuento, que he cambiado de sitio todos los muebles del salón y casi de media casa, para al final acabar poniéndolo en la entrada, en un rincón no muy favorecedor pero donde, al menos, no estorba mucho. Desde luego, la idea es buena, sencilla, barata y rápida de hacer, bastan unos palos y un poco de cuerda y por eso os la enseño; a partir de esa idea básica, hay quien podría hacer maravillas y quien no lograría milagros, pero al menos no cuesta casi nada y los ornamentos se ven muy bien.
En esta imagen más cercana se puede apreciar lo sencillo que es el montaje, por si alguien se anima a hacer algo parecido. Basta cortar unos palos en medidas escalonadas, incluso rotos a mano y atarlos con una cuerda rústica, formando una silueta que inmediatamente recuerda al abeto navideño tradicional con esa forma tan característica. En este caso, creo que en un exceso muy propio de mí, le he colocado unas lianas de hiedra enredadas en las cuerdas para tapar las lucecitas y para dar el toque de verde, pero creo que estaba guapo sin nada.
En cualquier caso, esta es mi postal de Navidad, la que quiero dedicaros con mis mejores deseos, para agradecer vuestro cariño, vuestra compañía silenciosa y respetuosa, para celebrar con todas las personas que visitáis este blog el milagro de compartir tantas cosas incluso sin habernos visto nunca.
Que seáis felices por duros que sean los tiempos. Mi abrazo y mi cariño.