Mi libro
En esta categoría hablaré normalmente de los libros que me gustan o me parecen interesantes por su utilidad para alguna aplicación concreta.
Sin embargo, por esta vez y sin que sirva de precedente, os presento un libro que, ni me gusta especialmente, ni me parece maravillosamente útil y que sólo tiene de especial haber sido escrito por mí.
De cómo yo me convertí en autora del texto de la obrita en cuestión, creo que fue el azar mucho más que mi prestigio literario quien hizo que la editorial me eligiera para hacerlo.
Creo que era allá por el año 1991 cuando la editorial Nóbel, de Oviedo, hizo una llamada telefónica que sólo por casualidad contestó mi querida amiga-hermana Sayín. Tras una conversación bastante surrealista, la inquebrantable fe de Sayo en mis capacidades consiguió convencer a su interlocutor de que yo era la persona que buscaba. El resto de la historia es fácil de adivinar: un contrato, un plazo, unas condiciones y en apenas 6 meses el texto fue entregado a sus compradores.
No es algo de lo que me sienta especialmente orgullosa salvo por completar el tópico abanico de actividades imprescindibles: plantar un árbol, tener un hijo, escribir un libro.
No tengo ninguna gana de morirme, así que ya pueden ampliar el catálogo porque esos deberes ya los tengo hechos.