MERRY CHRISTMAS
Una de las primeras tareas que me he impuesto a la vuelta de las vacaciones ha sido rescatar muchos de los proyectos a medias que he ido dejando atrás en estos últimos años e intentar terminarlos, reprimiendo las ganas de empezar proyectos nuevos, siempre tan apetecibles y tentadores. Sobre todo, me he mentalizado de que en su día también los olvidados me habían gustado mucho y que tengo que darles una segunda oportunidad, además de que representan un montón de dinero invertido en gráficos, hilos, telas y no están los tiempos para despilfarros.
Así que, como de lo que se trata básicamente es de hacer puntadas y divertirse, aquí está el primero de los que he terminado, un modelo navideño que ya no recuerdo si era del año pasado o del anterior, un diseño de las creadoras de la marca "Blackbird designs" cuyas creaciones casi siempre me parecen ideales pero que, en este caso, había dejado a un lado precisamente porque dejó de gustarme al poco de empezarlo y no sé muy bien por qué, quizá porque el colorido me resulta extraño asociado a la Navidad o porque esos colores tan naïf no me gustan en general.
Se trata de un sampler muy sencillo adornado con algunas grecas de estilo primitivo y una guirnalda vegetal rodeando todo el cuadro. En la parte inferior dos arbolitos de navidad acompañan un jarrón de flores sobre las que se posan dos pajaritos, motivo que siempre está presente en los diseños de esta casa y que se refiere en su nombre "Blackbird". Si no fuera por la expresión "merry christmas" bordada en el centro del panel, nadie diría que estamos ante un modelo navideño ya que en nuestro entorno la estética navideña siempre va asociada a los colores clásicos nórdicos: rojo, verde, blanco y algunas veces oro o plata, pero casi nada más.
Para bordarlo había elegido una preciosa tela de lino de 12 hilos/cm, en color rosa empolvado bastante oscuro que me quedaba de una época pasada y que era teñida a mano por una diseñadora francesa que ha dejado de hacer estas telas, así que voy usando pequeños restos que me quedan por casa. Siento que las fotos no consigan reflejar el color real porque es precioso de verdad, muy delicado e intenso.
En cuanto a los hilos, he usado algodón mouliné de Gentle Art en los colores recomendados en el gráfico.
En cuanto decidí acabarlo tomé carrerilla y ya no paré hasta la última puntada. Luego vinieron las dudas acerca de cómo buscarle un acabado rápido y que no fuera ponerle un marco convencional, así que tuve que ponerme a discurrir porque el formato y, sobre todo, el contenido navideño, no dejan mucho margen de maniobra. Bien es verdad que pensé por un momento hacer con este bordado una portada para un libro de recetas navideñas, pero luego recordé que yo no tengo una colección de recetas navideñas que merezca estar en un cuaderno tan lujoso, así que he recurrido a un montaje que ya he utilizado otras veces y que convierte a este diseño en un panel de colgar que ahora tendré que colocar en algún lado para que el trabajo haya merecido la pena.
Con una viyella de cuadros de colorido muy navideño he puesto un marco y el forro de la parte posterior; luego he puesto una capa de guata de lana bastante esponjosa y la he acolchado ligeramente con un pespunte alrededor del cuadro de lino. Unos botoncitos navideños colocados en las esquinas ayudan a destacar el volumen que adquiere la parte central.
Con ese acabado es evidente que se ha convertido en un panel para colgar y eso me dio el pretexto para probar las perchas de madera que encontré en La Casina Roja, que hacía tiempo me apetecían. En este caso he elegido esta filigrana de motivos vegetales y acabada en color natural que destaca mucho sobre el tono oscuro de la tela del borde. Otra cosa será que si continúo colgando adornos navideños bordados, no voy a caber en mi casa, porque aún me quedan unos cuantos para acabar de bordar y ya tengo una cesta llena de todos los que he ido haciendo en los últimos años. Voy a tener que hacer una subasta entre toda la familia para eliminar el exceso o mi casa acabará pareciendo un bazar.
Realmente he tenido muchas dudas antes de decidirme por este formato, pero luego he pensado que no es irreversible porque he conservado en el bordado margen suficiente para reutilizarlo en otro formato de montaje si llega el caso. No obstante, el fuerte contraste entre la oscura sobriedad de la tela exterior y los frescos colorines del bordado acaba teniendo su gracia al tiempo que refuerza el aire navideño del panel.
La parte posterior es muy sobria y solo el pespunte de acolchado y las tiras de colgar rompen un poco esa rigidez pero viene bien un poco de austeridad en un modelo tan colorido. La tela de cuadros, además, tiene una textura afranelada y calentita que contribuye también a reforzar el contraste con el aspecto primaveral y alegre del sampler.
En esta imagen se aprecia muy bien el aspecto tan suave de la tela de cuadros y la bonita filigrana de la percha, ceeo que en conjunto queda gracioso. No puedo decir que sea de los bordados que más me han gustado pero al menos estoy muy contenta de haberlo terminado y así dejar vía libre para ponerme con otra cosa. Es un descanso tener un "remordimiento" menos y poder dedicarme a otra cosa nueva.
Hasta ahora resulta poco apetecible preparar cosas relacionadas con la Navidad pero muy pronto el mal tiempo me obligará a refugiarme dentro de la casa y el frío ya favorecerá ese ambiente especial que todo lo revoluciona.
En cualquier caso, aún tendré que bordar algún otro diseño de tema navideño porque hay varios empezados, pero creo que en cuanto los termine voy a dejar un poco apartado ese capítulo por una larga temporada.