Un domingo bien temprano, si no llueve, lo primero que hago es dar una vuelta por el jardín para ver cómo va todo y para airear la mente. Y a veces, esos paseos tienen su recompensa, mirad si no, lo que me encontré esta mañana.
Se llama Jubilee Celebration y es su primer brote de flor, todavía pequeño y débil, pero muy importante porque es la prueba de que todo va bien y es una alegría enorme para mí, algo así como si a mi primer hijo le saliera el primer diente.