FLOWERS FOR YOU
Por más que el título "Flowers for you" haga pensar en un nuevo regalo de reyes, en este caso la regalada he sido yo y aunque el autoregalo me lo hice bastante antes de Navidad, no había tenido tiempo de enseñarlo.
Casi siempre me cautivan los diseños de "Blackbird designs": un tanto barrocos, con un marcado aire vintage, de coloridos ricos e intensos pero con el adecuado toque viejo y empolvado que los hace muy elegantes, casi la mayor parte de mis bordados preferidos pertenecen a esta firma. No es extraño entonces que apenas "La Casina Roja" colgó en su portada este precioso "Flowers for you", yo ya lo estaba comprando y no tardé demasiado en bordarlo pero quedó después aparcado en espera de su destino definitivo.
No me negareis que es una auténtica belleza, tanto en su composición como en su colorido, que he respetado escrupulosamente en este caso, utilizando los Gentle Art recomendados, bordados sobre lino Belfast en color Country Mocha Vintage. Una asociación de tonos absolutamente infalible.
Un primer plano en el que se aprecian mis iniciales y que permite valorar más en detalle la armonía perfecta de ese colorido que os comentaba.
Una vez terminado, como me pasa siempre con los bordados que termino, se quedó en espera sobre una mesa, donde acostumbro dejarlos para verlos de reojo cuando me muevo por la habitación y así ir alimentando la inspiración hasta decidir cómo utilizarlos. Y en esta ocasión se quedó mucho tiempo en esa espera, de modo que acabé tapándolo por miedo a que acabara cogiendo polvo o, lo que es peor, un goterón de café o algo por el estilo.
Yo siempre quise ser una chica ordenada y de hecho es una de las cualidades que más envidio, pero confieso que no lo he conseguido nunca y por eso he tenido que esforzarme siempre el doble o más, para conseguir controlar todo lo que traigo entre manos. Así que en mi cuarto de costura existe un desorden endémico que a veces me pone las cosas muy difíciles, hasta el punto que en algún momento tengo que parar de hacer y ponerme a organizar un poco a mi alrededor para poder seguir trabajando. Tampoco es que consiga gran cosa de esos arranques de ordenación, porque con el tiempo he comprendido que mi principal problema para ser ordenada es que nunca acabo de decidir dónde me gusta guardar cada cosa y un problema más es que empiezo muchas cosas a la vez, por impulsos y en un momento puedo desparramar cuatro o cinco cajones, un armario, las cestas de los hilos,.... En fin, es difícil comprenderlo si no se ve.
En este estado de cosas que yo llamo mi entropía total, la casualidad tiene más posibilidades de provocar encuentros felices y en uno de esos frenesís de recolocación vinieron a quedar juntos el bordado y unos trozos de tela procedentes de un muestrario que me regaló mi amigo Alfonso.
Y ahora mirad la foto atentamente, porque esto fue exactamente lo que sucedió: el muestrario tiene cinco telas diferentes (mismo estampado en distintos tonos), pero la que acabó cayendo al lado del bordado fue esa que veis y ninguna otra. Justo la tela más coordinada con los tonos del bordado que uno podría haber diseñado nunca. Ante esto, ya no pude separarlas y tuve claro que las dos iban a terminar juntas pasara lo que pasara.
Por suerte, nunca nos sobra un nuevo bolso para la costura y además yo aún no tenía uno adecuado para llevar bien ordenados los materiales de mi SAL "Mon cahier de broderie", así que finalmente me decidí a darle este acabado y hoy os lo enseño encantada.
El proceso de diseño fue dirigido por Inés, de Lunares Patchwork y ha quedado perfecto para guardar el libro de Marie y las hojas que voy bordando, además de todos los útiles de costura. El bordado queda enmarcado en una especie de "escenario" teatral que lo pone en valor y que también realza la calidad de la tapicería.
Todo el cuerpo del bolso lleva un relleno de guata fina de algodón, que ayuda a dar cuerpo y resistencia, además de una rigidez perfecta paa que el bolso no se "desmaye" y conserve la forma, tanto lleno como vacío. La parte posterior lleva un acolchado en rombos, realizado con un hilo de seda en el mismo tono verde musgo del estampado. Afortunada casualidad que el hilo también había sido un regalo de Alfonso, ¡lo que son las cosas!
Sobre las tapetas laterales he incluido unos bolsillitos muy útiles para las gafas, el móvil, bolígrafos y esas cosas que siempre viene bien tener a mano. En la parte superior he colocado unas presillas sujetas con un broche de imán que permiten recoger la boca del bolso al tiempo que le dan una gracia especial y también, si es necesario, permiten ampliar bastante la capacidad.
El retal de tapicería fue aprovechado al milímetro y esos dos bolsillos son todo lo que pude hacer con los restos; para el interior he utilizado el mismo lino que usé para el bordado, es un color muy sufrido y además va muy bien.
Las asas son de cuero y las tenía en casa desde hace un montón de años, así que puede decirse que este bolso salió casi entero del "fondo de armario" de las labores. Para cerrar el bolso basta un par de broches fuertes de imán.
Así va y viene conmigo a todas partes y anda por la casa, porque ya comprendereis que no me separo de los trastos del SAL ni un solo momento y de esa manera lo tengo todo controlado.
En la parte delantera lleva un sencillo bordado acolchado sobre las telas de los bordes. Los acolchados solo los he hecho sobre la tela exterior y la guata, para que el forro quede suelto.
En el fondo un cartoncillo forrado con la tela interior le da la rigidez suficiente para que la bolsa permanezca perfectamente de pie sin caerse.
Detalle de la parte delantera
El bolsillo lateral
Las asas, color camel
Escribir este artículo me está dando unas ganas enormes de ponerme a bordar punto de cruz, porque ya veis que además de lo que entretiene, siempre encontramos después muchísimas posibilidades para aprovechar esos bordados en objetos útiles y preciosos. Y ahora que lo pienso, tengo otro librito también de Blackbird Designs sin utilizar, que me está llamando a voces. Voy a preparar inmediatamente tela e hilos porque quiero empezarlo ¡ya!
Y desde luego, mi bolsito tendrá muchas más posibilidades cuando hayamos terminado el SAL, vamos que no descarto llevarlo a la calle.
Espero que os haya gustado la idea.