FINAL DE OBRA
Ya os he mostrado algunas imágenes del proceso de restaurar y pintar el exterior de mi casa y ahora os mostraré el resultado final.
Después de las más de tres semanas de esfuerzo brutal, esto es lo que puedo ver ahora
Al norte, la terraza de la cocina con su zócalo de piedra y un toque verde oscuro que le da mucha vida. La escalera de traviesas la hice en otro ratito de hace tres o cuatro veranos. ¡Ah! Las vacaciones!
El oeste, la fachada que más trabajo me dio porque estaba bastante deteriorada.
El sur, lleno de chorraditas que estorban lo que les da la gana, con su tejadito limpio y tal.
He repetido el verde en el porche, que es donde paso la mayor parte del tiempo (del buen tiempo). Es un color estupendo, cálido, que se integra muy bien con la vegetación de alrededor y que ahuyenta los insectos (y esto es aunténtico, lo certifico). Además, es mucho más agradable para la vista porque el porche está al sur y las paredes muy blancas, con el sol, deslumbran bastante.
El adorno de la puerta es una "versión libre" de las pinturas que se ven en las casas del Tirol, hecho ya hace unos años en unas vacaciones lluviosas de Semana Santa. El aburrimiento, ya se sabe.