ESTANQUE JAPONÉS
Que este temporal ha dejado un reguero de problemas por toda la costa norte ya os lo cuentan los telediarios y es cierto (realmente ha sido terrible), por momentos parecía que íbamos a salir volando.
Pero si el viento nos tuvo las dos últimas noches con el corazón en un puño (aquí el viento supone siempre alguna reparación posterior), la lluvia no ha sido menos intensa.
Y aquí teneis las pruebas
Mis hoyos de 60 centímetros de profundidad están de esta guisa que aquí veis y esto va para largo, es decir, esta agua no se va a ir en meses salvo que la achique con un cubo. Y eso no es todo, porque el montón de tierra que tan cuidadosamente deposité alrededor de la laguna para recuperarla al plantar, se ha quedado reducido a la mitad.
Yo pensaba plantar aquí rosales (y en otros cuatro hoyos como este) pero a la vista del panorama estoy empezando a pensar en alternativas más viables.
Sin pensarlo demasiado, a todos se nos viene a la mente una solución que ya casi está montada: con sus piedritas alrededor, la formita un poco arriñonada, ... vamos, que con poco trabajo más al estanque solo le faltan los peces de colores aunque, apurando un poco la idea, casi me atrevería con los centollos y las langostas.
Bueno, en realidad no tengo que renunciar a nada, porque al otro lado de las plantas podeis ver que tengo otro tanto de lo mismo, o sea que puedo tener los peces por aquí y el marisco por allá o viceversa.