DIBUJOS
Creo que si tengo alguna cualidad, la más destacada es sin duda la curiosidad, la facilidad para interesarme por todo y aprender de todo, aunque mis formas de aprender casi siempre son autodidactas, compulsivas, caóticas, prefiero aprender sola y a mi aire e interrumpo el proceso en cuanto mi curiosidad se ve satisfecha. Por eso, a lo largo de mi vida he aprendido a hacer miles de cosas y he empezado hasta cinco carreras universitarias a las que dediqué el mismo interés que a los hobbies, es decir, en cuanto me llené de aquello que me parecía interesante, abandoné, porque la enseñanza reglada me parece de lo más aburrida e insulsa salvo honrosas y raras excepciones (Pese a que trabajo en la enseñanza reglada, sí, paradojas de la vida).
Eso ha traído como consecuencia el abandono de muchas aficiones que en un momento dado me apasionaban,porque las cosas que tienes deben dejar sitio a otras que vienen, tanto en los quehaceres como en los conocimientos.
Ahora, sin cambiar las capacidades que llevamos de serie, alguna cosa será diferente, por ejemplo, tendré el tiempo que antes no tuve y por eso voy rescatando mis antiguos hobbies para ponerlos al lado de los actuales con la idea de disfrutarlos de nuevo o poner a prueba su consistencia en mis recuerdos.
Entre mis clásicos nunca olvidados aunque sí abandonados desde hace veinte años, estaban el dibujo y la pintura y muchas veces me he preguntado si seré capaz de retomarlos, mirando un poco de reojo a los pocos restos que quedaron en una carpeta escondida que hoy mismo, en la limpieza de un armario, apareció y me provocó estas reflexiones mientras tiraba algunos papeles mohosos y arrugados, bocetos a lápiz, retratos a medio hacer, pruebas de color, en realidad nada digno de haberse guardado tanto tiempo. Vistos ahora, solo sirven para alimentar la hoguera y para pensar si vale la pena volver a eso; no obstante, les hice unas fotos antes de tirarlos y me entretuve haciendo collages con Picasa, que es otra interesante afición, jeje...