COSER ALEGRA EL CORAZÓN

Hace unos meses compré por internet una revista de patchwork solo por curiosidad, porque no pensaba en aquel momento hacer ninguna labor y aún no me había estrenado en ese campo. En la revista, como suele ser habitual, hay un montón de artículos que no me despertaron ningún interés y solo un par de ellos que me enamoraron a primera vista; pese a todo, durmió el sueño de los justos en un cajón hasta hace unos días en que la volví a encontrar y entonces me decidí a abordar una de las labores que me habían gustado.

Se trata de un neceser de costurera y  ya sabeis que soy fanática de estos accesorios; además de su aspecto, que me encantó, me apeteció también por probar una técnica nueva para mí, el aplicado, a la que me lancé de forma totalmente autodidacta y atrevida, como tantas cosas que yo hago (ruego a las que seais expertas que no  juzguéis demasiado severamente el acabado). Otra de las cosas que me parecieron originales es que está hecho sobre lana, que es uno de los materiales que más me gustan de todos los tejidos que se usan para el patch.

El modelo original lleva una leyenda en inglés que es algo así como ""Sewing fill my heart with joy", que yo he traducido muy libremente por "Coser alegra el corazón", porque siendo yo una analfabeta en ese idioma, me pareció menos pretencioso expresarme en el que conozco mejor.

La base del neceser es un retal de lana en tono azul, sobre el que se aplican los motivos de un gatito y una máquina de coser y se completan con algunos bordados muy sencillos. He de decir que el original, en lugar de la puntillita, lleva un galón precioso reproduciendo una cinta métrica, pero aparte de que por aquí no encuentro cosas muy bonitas para estos menesteres, acostumbro a improvisar soluciones con los materiales que tengo a mano para evitar gastar demasiado.

Hasta tal extremo ando en precario que los "charms" del carrete de hilo y la etiqueta del gato, que deberían ser de madera y guapos, están hechos de cartón, a la espera de encontar algo bonito en un viaje que haga por ahí.

Otra de mis dificultades, que me viene de herencia, es la artrosis, que ya va deformando seriamente mis dedos y que me hace muy difícil manejar bien las piezas muy pequeñitas, como las patitas o el rabo del gato, pese a usar como soporte la entretela adhesiva a dos caras que realmente simplifica mucho el tema del aplicado.

Como no puedo remediar el tema de la artrosis, intentaré remediar el de la técnica que, como es natural, ayuda mucho y que esa sí se puede aprender en una buena escuela. Prometo que enseguida me buscaré alguna para aprender al menos lo imprescindible y mejorar así mis trabajos.

Para el interior y la bolsita portatijeras me vinieron al pelo unos retales de "Moda" coordinados en tonos azules que venían bastante bien con la lana exterior. Como veis en la imagen, lleva varios bolsillos muy prácticos para todos los accesorios y  adornados con rótulos bordados a punto de tallo y pespunte (y que están sin traducir, vaya por dios). Aquí sí encontré unos charms de tijera y máquina de coser que me encajaban perfectamente.

Ni que decir tiene que en cuanto la terminé ya le metí dentro una de las milquinientas labores de punto de cruz que tengo empezadas y la verdad es que, pese a su tamaño discreto, cabe todo perfectamente, incluído bastidor.

Bolsillitos para hilos, agujas y otras cosas pequeñas.

Un corazón para los alfileres en un lado y una lana en el otro para las agujas, o viceversa, como pinte en cada caso.

La preciosa tijerita Kelmscott que podeis comprar en "La casina roja" va atada a su propia funda para que no se pierda, una buena idea que mata dos pájaros de un tiro. La funda está rellena con una fina capa de algodón y rematada a festón. El cordón y la borlita los hice con los mismos hilos con que hice los bordados.

La parte trasera es lisa, solo adornada con la puntilla que da la vuelta desde la portada y el contorno está ribeteado con un bies hecho con una de las telas del forro igual que las cintas con las que se ata el neceser.

Una delicia de labor, entretenida y fácil pese a mis limitaciones.