En estas últimas semanas me he pasado la mayor parte del tiempo enganchada a las agujas de tejer de todos los números y formatos, porque se me han juntado dos circunstancias que multiplicaron la necesidad de prendas de punto: de un lado la llegada de los primeros fríos, que puso de manifiesto que teníamos a Violeta sin chaquetas de abrigo y de otro, la espera de otro bebé, que además va a nacer en lo más crudo del invierno y en lo más frío del frío norte. Así que ahí me veo, desempolvando las agujas, recuperando los modelos clásicos de bebé o buscando nuevos, inventando mucho y aprovechando restos de lanas que siempre tengo, porque como soy exagerada comprando, se me acumulan los stocks. Y, sobre todo, tomando muchos antiinflamatorios, porque la artrosis en esta época, con la tremenda humedad ambiente y la falta de sol, me deja las manos a las finas hierbas y cuesta trabajo tejer a la velocidad que necesito cuano el dolor aprieta. Pese a todo y a que en los últimos años había tejido poco, vuelvo a divertirme con las lanas y a recordar épocas pasadas en las que era mi principal hobby y aunque ya no consigo ni la velocidad, ni mucho menos la habilidad con que tejía antes, en aproximadamente mes y medio he tejido cuatro chaquetas para Violeta y seis para el bebé, que os iré enseñando una a una en los próximos días.
Esta vez es una chaqueta gris para Violeta, un modelo muy sencillo y en un color neutro que yo creo serviría igualmente para niño, porque cambia completamente de aspecto según con qué ropa se combine y el color lo he elegido precisamente porque es un básico muy fácil de coordinar.
Tejida en punto liso con los bordes a punto de espuma, su único adorno es el canesú tejido en una pìeza con los menguados a la vista. Este tipo de prendas con pocas costuras y puntos elásticos son muy cómodas de usar para los niños, porque no aprietan por ningún lado y se adaptan muy bien a sus pequeños cuerpos estrechitos de hombro y más tripones.
También contribuye mucho a la comodidad el hecho de llevar solo dos botones y que éstos sean grandotes, porque se abrochan fácilmente e incluso son más útiles para enseñar a los peques a abotonarse solos. Además, si se pone con vestiditos o faldas, la parte de abajo de la chaqueta sin abotonar permite que el vuelo del vestido luzca más abierto y el conjunto queda mucho más bonito. Yo detesto las chaquetas largas y abotonadas que recogen el vuelo del vestido y le quitan toda la gracia, así que este recurso me permite hacer una chaqueta multiusos, es decir, de un largo suficiente para pantalón pero que también queda preciosa con vestidos y falditas de vuelo, como los tutús de tul que se llevan ahora y que con estas chaquetas muy sport y unas botas hacen un conjunto ideal.
La lana elegida es una maravilla llamada "Miski", de lanas Katia, una fibra 100 % baby llama peruana de una calidad espectacular, especialmente indicada para niños y bebés por ser antialérgica y con propiedades térmicas especiales. La he tejido un poco más floja que lo recomendado, usando agujas del 5 1/2, para que quede una prenda muy suave y esponjosa y su tacto es increíble, suave, blandita, cálida, ni siquiera la he planchado para no alterarla en lo más mínimo. Su único inconveniente es que debe lavarse a mano, pero yo creo que un color tan sufrido no será necesario lavarlo cada vez que se ponga, así que el sacrificio no será excesivo.
Me gusta tanto esta lana que ya he comprado unas madejas de color topo para hacer un chaquetón muy calentito para el bebé y pronto me pondré a hacerlo.
Como único adorno, además de los grandotes botones de nácar que siempre compro en La Casina Roja y que uso mucho para las chaquetas de Violeta, le he puesto bolsillitos, que les suelen gustar mucho a los niños para guardar sus tesoros.
Por supuesto que mi princesa está divina con todo lo que le hago, así que no me canso de discurrir modelitos para ella y solo me reprimo por falta de tiempo o por no atiborrarle el armario que ya amenaza con reventar. Así que, ahora que voy a tener otro nieto, no sé cómo me las voy a apañar, porque este será niño y me veo obligada a discurrir otros patronajes que no tengo yo muy controlados de momento, aunque ya voy cogiendo carrerilla y seguro que pronto me pondré al día.
Feliz largo fin de semana