CALENDARIO INVERNAL
Qué importa que haya pasado la Navidad si hoy nieva copiosamente y la estampa que veo desde la ventana me provoca esa sensación preciosa de ver la nieve desde la comodidad calentita del sillón. Aún queda mucho invierno y por eso aprovecho para enseñaros un modelo de punto de cruz puramente invernal que ya había bordado durante las vacaciones de Navidad y que he ido olvidando enseñaros hasta que hoy, al ver nevar, he pensado que estaba perfecto para la ocasión.
Se trata de un gráfico gratuito, diseñado para acoger un pequeño calendario, publicado por la asociación francesa de bordadoras "Jura point de croix" con motivo de su "Desafío de Navidad 2012", en el que participé este año por primera vez, aunque ya conocía esta página desde hace tiempo, de hecho ya había mostrado aquí otro precioso bordado de tema invernal hecho sobre la misma tela.
Una vez terminado el desafío, el gráfico pasa a ser libre para su descarga desde la página de la asociación, o sea que si os gusta, lo tendreis disponible cuando lo deseéis. A mí me encantan los diseños de esta página, son preciosos en su sencillez y están concebidos para que se puedan adaptar de muchas maneras, aprovechando motivos sueltos o el diseño completo. Como se puede ver en la imagen ampliada, el gráfico combina el punto de cruz con algunos otros puntos sencillos que contribuyen a reforzar el carácter de los motivos.
El colorido es también muy ajustado a las características del modelo, con los tonos clásicos de la Navidad y he reforzado esa sensación invernal con la maravillosa tela que ha sido el "hit" de esta temporada en "La Casina Roja", el lino Belfast de lunares blancos que me enamora. Si en el motivo se ve la nieve, la tela le da un escenario perfecto para que acabemos de creernos ese paisaje nevado con los copos que caen redonditos y perfectamente blancos.
Además de que los diseños invernales siempre me gustan mucho, este tiene dos razones más para encantarme y es que en ese arbolito nevado se refugian dos petirrojos, mis pajaritos preferidos, siempre cerca de mí, rondando mi casa, viniendo a comer las migas y los granos que les pongo a diario junto a mi puerta y que han llegado a hacer sus nidos en un armario que tengo en el porche, así que son como de la familia.
Normalmente guardo los ornamentos navideños hasta la Navidad siguiente, pero en este caso, al contener el calendario, el cuadrito luce colgado sobre mi mesa de costura y allí seguirá todo el año. El calendario lo he apañado a mi manera con un modelo cualquiera que encontré por internet y que reduje hasta que encajó en el hueco que estaba destinado. Una vez impreso y recortado a la medida, he cosido el lomo con uno de los hilos del bordado y para sujetarlo a la tela he optado por una pequeña gota de silicona caliente y así podré despegarlo fácilmente cuando acabe el año y necesite poner el nuevo calendario.
Está montado sobre cartón, con una capa intermedia de guata fina y el borde está cubierto por una cinta de lino que reproduce un motivo en espiga con los mismos tonos que el bordado. Con la misma cinta le he confeccionado un lazo atado sobre la cuerda de lino de la que se cuelga.
La trasera está también acolchada y forrada con una preciosa tela de estampado invernal comprada en "Lunares patchwork".
Si no apetece poner un calendario, también se puede utilizar el recuadro para poner una foto o un "charm" especial que se quiera destacar o una composición de botones viejos, en fin, que hay muchas posibilidades de interpretarlo.
La verdad es que, por mucho que tenga entre manos, el punto de cruz siempre ocupa un lugar principal porque sigue siendo mi labor preferida, la que más me divierte y la que me acompaña a todas partes donde voy. Y estos proyectos sencillos son perfectos para esos momentos en que ando muy enredada con otras cosas, porque se acaban en un ratito y me hacen disfrutar sin esfuerzo.
Tanto la tela de lino como los hilos de Gentle Art y la cinta del borde los he comprado en "La Casina roja" y la tela trasera es de "Lunares".