BOO&BAA-BBIE

Tras muchas semanas de idas y venidas a Madrid (este es un año de muchos acontecimientos, ya os iré contando) y apenas intentando reponerme de un ataque del virus de la gripe A como no recordaba en los últimos treinta años, abro el blog para saludar ante todo, porque ya son muchos días de silencio y aprovecho para enseñaros una de mis últimas obras, acabada a ratitos entre viaje y viaje.

Cuando las obligaciones familiares nos requieren, los hobbies deben pasar a un segundo plano y aunque sigo buscando ratitos, minutos incluso, para seguir con mis aficiones, no es fácil compaginar tantas cosas como ahora tengo entre manos. Aunque sigo bordando y cosiendo, me faltan las ocasiones para terminar los montajes y sobre todo para preparar atrezzo, hacer reportaje de fotos, sentarme al ordenador a seleccionar y retocar, publicar, etc. Por eso mis publicaciones se hacen más irregulares y esporádicas y probablemente durante una larga temporada no volverán a ser tan frecuentes como antes, porque mi familia crece, mis hijos me necesitan y cuantos más nietos tengo, menos tiempo disponible para otras cosas, pero seguiré dedicando todo mi tiempo libre a mis aficiones mientras pueda.

Terminé este bordado hace meses y enseguida compré unas telas coordinadas en una de mis visitas a Lunares, la maravillosa tienda de patchwork de Avilés de la que he sido alumna hasta este curso en que, por razones familiares múltiples, he tenido que darme de baja.

Pese a que me encantaba el conjunto y a que tenía una idea inicial para usar este precioso bordado, después no sé por qué, cambié de idea y lo fui dejando pasar, hasta que hace unas semanas lo reactivé y finalmente le di salida en la tapa de una caja, uno de mis temas recurrentes últimamente.

Este delicado motivo, diseño de Brenda Gervais, la creadora de "With thy Needle and Thread", me enamoró desde que lo vi y fue gustándome más a medida que lo bordaba, porque está lleno de detalles preciosos, en unos tonos tan suaves y naturales que es difícil resistirse.

Buscando entre mis telas para bordar elegí un lino fino de trama bastante cerrada, en la creencia de que era un Newcastle de Zweigart, pero quizá se trataba de un resto de lino de mantelerías que me quedaba de otra época, a veces no los distingo bien; en cualquier caso, mucho más fino que el que uso habitualmente para el punto de cruz, pero también eso (superando la dificultad de ver los hilos para bordar), contribuye a ofrecer un acabado aún más delicado y elegante. Bordado con una hebra de hilo sobre dos hilos del tejido, la densidad de las puntadas queda perfecta y resulta finísimo a la vista y al tacto.

Antes de bordar teñí la tela con té y café mezclados en un baño ligero, sin demasiados miramientos y lo fijé secando en el horno a 100 grados. El tono conseguido armoniza maravillosamente con el colorido del modelo y contribuye a reforzar el carácter primitivo del conjunto. Realmente es uno de los bordados que más me gustan de cuantos he terminado en los últimos tiempos.

El colorido de los hilos, los motivos de la escena, la ovejita enjaezada para tirar del carro de las flores, el toque de las florecitas de lana aplicadas, el abecedario clásico, todo realza el conjunto y lo hace diferente y especial, lleno de detalles sencillos y encantadores. Una de esas creaciones tan inspiradas que dejan un maravilloso recuerdo y el deseo de encontrar pronto algo parecido para seguir bordando.

Puesto que el modelo es tan bonito, he seguido mi norma de complementar sin estorbar con las telas elegidas para confeccionar la caja y he recurrido a un precioso estampado floral de la marca Moda y un cuadro en los mismos tonos, verdes y beiges muy apagados pero que realzan perfectamente el bordado, como si hubieran sido pensados por la misma diseñadora.

Pocos detalles más han sido necesarios para completar el conjunto: un piquillo de "Nina's Threads" al tono para rematar el borde de la tapa, un enorme botón que encontré de casualidad en mi cajón de los tesoros para cierre y unos retales de paño de lana para el fondo de las bandejas interiores, no hacen falta más adornos.

Como la caja es bastante grande, he aprovechado para hacerle dos pisos en el interior, lo que seguro la hará más cómoda de usar. El departamento inferior, un poco más alto, tiene capacidad para una tela, un gráfico, el bastidor, accesorios, etc. y en la parte superior dos bandejitas móviles, perfectas para los hilos, la tijera, agujas, dedales y todas esas pequeñeces que forman el equipo de trabajo de bordar y que las mantienen ordenadas y a la vista en todo momento.

La tela de cuadros, sobria y cálida, tapiza todo el interior y el estampado cubre las paredes exteriores y subraya con su elegante colorido los bordados de la tapa.

Claro que yo estoy describiendo las pruebas de uso de la caja como costurero, algo muy habitual, pero sus dimensiones y configuración la hacen útil para otros usos, a gusto de quien la vaya a recibir en su momento, que ya sabeis que me gusta regalar estas cosas que hago cuando encuentro una destinataria/o a quien crea que le viene bien el objeto en cuestión.

De momento la disfruto yo, aunque solo para verla, porque cuando viajo mucho, como es el caso por ahora, utilizo bolsitas de costura más pequeñas para llevar conmigo y esta caja es demasiado aparatosa para meterla en la maleta, aunque ganas no me faltarían, os lo puedo asegurar.

Cuando consigo acabar algo y tan contenta del resultado como esta vez, me queda un estupendo sabor de boca y las ganas de intentarlo de nuevo, aunque sé que será difícil encontrar pronto una combinación de éxito como esta.

No obstante, lo próximo también será una caja, que ya la tengo en mente, pero esta vez tendrá un destino completamente diferente, porque ya la tengo pensada y adjudicada desde hace meses, incluso antes de bordar el motivo de la tapa.

Espero que el virus me abandone cuanto antes y me permita recuperar las fuerzas porque, a juzgar por el tiempo que he tardado en escribir esta entrada, en hacer la nueva caja puedo tardar un mes, aparte de que, con esta tos, se hace difícil mantener un pulso adecuado para cortar cartones ¡Qué cansancio, por favor!!!!