Por fin pude terminar y desde luego empezar a disfrutar mis nuevos cojines, confeccionados con mis últimos bordados de punto de cruz, dos diseños maravillosos de "With thy needle and thread" que me encantó bordar y que quedan estupendos en esta utilidad que les he buscado.
El formato de los dos bordados, prácticamente idéntico, muy apaisado y su generoso tamaño (unos 30 x 18 cm), enseguida me dio la idea de usarlos para los cojines y, una vez decidido, todo el proceso ha sido "coser y cantar".
Además de que los bordados me encantaron desde que los vi, quiso la casualidad, o la suerte, que hubiera en casa unos retales de tapicería que me habían regalado hace tiempo y que tenía reservados, por su tamaño, precisamente para cojines. Así que en cuanto empecé a bordar y comparé el colorido y hasta el estilo de las telas con el de los bordados comprobé que, en efecto, coordinaban a las mil maravillas y eso me animó aún más.
La confección de los cojines, aparte de la inserción del bordado, estuvo condicionada por la cantidad de tela disponible, que era diferente para cada una de las muestras y en función de sus medidas, he decidido un formato que me ha permitido aprovechar al máximo a la vez que conseguir un tamaño aceptable de cojín.
Lo primero que hice fue forrar el bordado, ya que ese lino de trama tan abierta no me ofrecía demasiada seguridad de resistencia a un uso tan intensivo como reciben los cojines de los sofás, así que les he colocado una entretela adhesiva que protege tanto la tela como los hilos del bordado. No es que yo pretenda que los cojines me duren toda la vida, pero ya que son tan bonitos, al menos intento alargar su vida útil en lo posible.
He completado el tamaño necesario dejando unos márgenes bastante anchos en el bordado y añadiendo tiras de la tela elegida alrededor, lo que hace un efecto enmarcado que realza muchísimo el conjunto. Una vez cosidas las tiras, las medidas finales son 53 x 37 cm, aproximadamente, que ya es un tamaño bastante aceptable.
Para la trasera no tenía ni un centímetro de tela sobrante, así que he optado por el formato más económico posible y, ante la imposibilidad de hacer una jareta de adorno alrededor, como hubiera sido mi deseo, he recurrido a otros remates que se encuentran fácilmente en mercería habitual, como flecos de chenilla o cordones de pasamanería y tengo que reconocer que quedan estupendos y dan un toque gracioso que también contribuye a resaltar el valor del bordado.
Algunas veces cierro los cojines con cremalleras aunque, si tengo tela suficiente, la forma que prefiero es la de bolsa lateral, que no necesita ningún tipo de cierre, pero en este caso no había tela para eso y colocar a la vez fleco y cremallera se me hacía demasiado complicado, así que me decanté por los botones, que son fáciles de colocar, no molestan nada y quedan estupendos. Podía haber buscado algún modelo de botón al tono, pero estos grandes botones de nácar, ligeros y sencillos, que siempre tengo en casa, me encantan y los uso muchísimo, igual para un abrigo de niña o, como en este caso, para un cojín; puede decirse que forman parte de mis "comodines", esos complementos que siempre te sacan de un apuro.
Como veis , el proceso de confección es bastante sencillo y el resultado es muy aceptable. Teniendo en cuenta que los ojales los hace automáticamente la máquina de coser, os pudo asegurar que lo más difícil para mí ha sido colocar el cordón que, aunque viene adosado a una tira de tela destinada a sujetarlo en la costura, el propio cordón es tan grueso y dobla tan mal, que tuve que redondear las esquinas para poder acoplarlo. Si me pedís opinión, mucho más fácil de colocar el fleco de chenilla y, si teneis tela suficiente, añadir unos cm al tamaño final y coser una jareta alrededor, que queda estupenda.
En estos últimos días he dedicado muchas horas al punto y he tenido poco tiempo para bordar y seguramente ya no lo tendré hasta que terminen las vacaciones de Navidad, porque ya sabéis que la familia es prioritaria en estas fechas, más si vienen mis nietos, que van a disponer cada minuto de mi tiempo. Así que ya será en Enero cuando retome mis costumbres y entonces os contaré, si no se me cruza otra intención, nuevas ideas que he empezado a madurar para usar algunos bordados que tengo en espera.