CHRISTMAS WINTERBERRY CABIN
Empezado Diciembre ya se sabe que arranca imparable la campaña de la Navidad, con su despliegue de actividades innumerables para decorar la casa, felicitar a los demás, pensar menús especiales, recibir a la familia y amigos y en fin, echar el resto en ese afán de celebrar el poder estar juntos.
Como cada año, mi casa se convierte en un gran hostal en el que entra y sale gente continuamente, comidas, cenas, meriendas, visitas, niños, celebraciones, compras, regalos, una vida llena de emociones en la que nunca sabes cuántos se apuntan a cenar ni cuántos de ellos van a bajar a desayunar al día siguiente, en fin, agotador pero divertido (a ratos).
También viene siendo habitual estos últimos años que por estas fechas nos pongamos como locas a bordar ornamentos navideños varios con los que complicarnos la vida intentando ponerlos en algún sitio aunque ya no caben en ninguno. No obstante, este año no he tenido hueco en mi programa de festejos previo y creo que este será el único bordado de tema navideño que terminaré a tiempo.
Además este nuevo gráfico tenía un destino reservado de antemano y por eso no hará falta buscarle utilidad ni se verá colgado de ningún arbolito; junto con su hermano gemelo, "The potting shed", que os enseñé hace unos días, van a formar parte de dos confortables cojines que os enseñaré muy pronto y que aprovecharé para estrenar en estas fiestas, porque estaba siendo ya urgente renovar un poco los viejos y estrujadísimos cojines de los sofás.
Nunca se me habría ocurrido dedicar un motivo navideño a forrar un cojín para todo el año, pero la forma y el tamaño de estos dos diseños me resultaron perfectos para este uso, así que ahí no tuve ninguna duda y seguro que pasados unos días ya nadie se fijará si ahí está Santa Claus o un señor cualquiera que pasaba por aquí.
Con el sello característico de Brenda Gervais o, lo que es lo mismo, "With thy needle and thread", este gráfico ha sido una verdadera delicia de bordar, con ese majestuoso "Santa" que no necesita nada más para llenar el cuadro y su trineo cargado de sueños deslizándose por un escenario navideño al que no le falta casi ningún tópico aunque todos estén representados con tanta delicadeza que no sobra una sola cruz.
Fijaos qué colorido tan sobrio y medido, pensado para envolver y hacer brillar el maravilloso traje de Santa Claus, bordado en un rojo que nunca había usado hasta ahora y que me ha enamorado para siempre, el "Chili pepper" de Classic Colorworks (antes Crescent Colors), tomad nota porque si lo probáis seguro que os pasará lo mismo.
Todos los materiales usados para el bordado han sido adquiridos en "La Casina Roja"
Igual que con el otro modelo, en este caso he vuelto a usar la tela "Dublín" teñida con café y té y me pongo pesada con repetiros que ha sido genial bordar en esa trama tan abierta que casi se ve sin gafas, ya no recordaba una sensación tan agradable. Claro que no la veo para cualquier diseño, porque dependerá mucho del uso que se le vaya a dar, también del tipo de gráfico, porque el acabado es más tosco que en telas más cerradas, pero en estos dos casos se ha dado una combinación sumamente afortunada entre el grosor, el tinte de la tela y el tipo de motivos, de manera que el resultado es perfecto.
Los hilos que he utilizado son los recomendados por la diseñadora, una mezcla de varias marcas que ella ha pensado con muchísimo criterio y que consiguen ese resultado tan especial.
Ya tengo preparados el resto de los materiales para confeccionar el cojín, una tela preciosa de tapicería en tonos rojos y beiges que me quedaba de un muestrario que he guardado como oro en paño durante bastante tiempo y un fleco de chenilla al tono, comprado en una mercería local.
Aún no he decidido cómo rematar la abertura del cojín porque odio colocar cremalleras, sobre todo cuando, como en este caso, tengo que coser además el fleco de adorno y eso son demasiados engorros juntos para manejar en una costura a máquina, ya me entendéis.
Como yo le decía a Rosa hace unos días, ¿quién me mandará a mí meterme a hacer cosas que se venden perfectamente hechas y aún más guapas en Zara Home?
De todos modos, que no cunda el pánico, haré el cojín, otra cosa será cómo, pero los detalles no los vereis porque ya me las arreglaré para hacer las fotos en posturas favorecedoras, ¡faltaría más!
He hecho esta imagen tan cerca para que podáis apreciar ese acabado "tosco", tan rústico, que se consigue con esta tela y dos hebras de hilo muy poco apretadas, dejando que las puntadas tengan relieve e incluso que se vean las irregularidades. Eso le confiere un encanto especial que además conviene al estilo de mis muebles y del resto de materiales que voy a usar junto con estos bordados.