CORAZONES DE LAVANDA

Cuando "La Casina Roja" decidió empezar a traer los gráficos de Carolina Primi ("Cuore e Batticuore ") me puse muy contenta porque desde hace años venía siguiendo las creaciones de esta señora y en general me resultaban muy atractivas. Pero de entre todos los diseños que conozco de ella, los que más me gustan son esos sencillos motivos bordados en un solo color que sirven para multitud de usos y que constituyen un "fondo de armario" perfecto para cualquier aficionada al punto de cruz.

Mi primera adquisición fue este gráfico titulado "Le parole del cuore", que ofrece dos modelos de corazón y una colección de palabras evocadoras destinadas a ser bordadas dentro de los corazones.

El corazón es un motivo un poco peculiar porque a mucha gente le parece cursi y sin embargo es uno de los iconos más utilizados en todo tipo de situaciones y decorando los objetos más diversos, eso sin mencionar el uso masivo que hacemos de ellos en los canales de mensajería y en redes sociales; creo que la carita con los ojos de corazón para expresar "me gusta" es ya un imprescindible para todo el mundo.

En cualquier caso, los corazones de esta diseñadora pueden gustar incluso a los reticentes, porque son refinados como una pequeña joya y bordados sobre lino con colores bonitos resultan más elegantes que empalagosos.

A mí me gustan mucho como labor destinada a momentos de descanso, cuando no apetece meterse en gráficos complicados que requieren mucho tiempo y dedicación o para llevar en los viajes, porque unos pequeños trocitos de tela y un par de madejas de hilo caben en cualquier bolso y quién sabe en qué momento puede apetecer bordar unas puntadas.

A propósito de los viajes, yo siempre quiero llevar conmigo alguna de estas labores (y a veces vuelvo sin haberlas tocado) pero, en previsión de posibles problemas en los aeropuertos, me informé hace tiempo de las limitaciones para los utensilios de costura que se pueden llevar porque yo odio facturar y lo evito siempre que puedo y como sé que mucha gente tiene dudas con esta cuestión, os lo comento (y es normativa internacionalmente aceptada, al menos en Europa). Se pueden llevar en el bolso objetos como tijeras o navajas, siempre que la hoja de corte no exceda los 5 cm, así que podéis llevar tranquilamente un pequeño neceser con agujas, hilos, una tijera pequeña y os aseguro que nadie os dirá nada en contra. Yo llevo siempre eso y mi navaja suiza multiusos pequeñita y no he tenido problemas en vuelos continentales. Es cierto que no he ido a Estados Unidos y ahí no sé qué pueda ser considerado sospechoso.

En fin, esto era un inciso informativo y ahora dejaré de divagar para volver a nuestros corazones

No solo son modelos comodín, prácticos para esas ocasiones, porque para mí su principal utilidad es que son ideales para regalar, solos o como parte de un regalo mayor, adornando el envoltorio o acompañando la tarjeta de dedicatoria, por ejemplo en un regalo de nacimiento o de boda o en cualquier otra ocasión, cambiando solo la palabra incluida. Para bebés, bordados en tonos pastel y con el nombre del bebé, son perfectos.

Por eso es muy recomendable tener en casa este tipo de gráficos a los que recurrir para esas ocasiones, pero aún tienen, en mi opinión, otras utilidades interesantes, como es aprovechar restos muy pequeños de telas, tanto de lino para bordar como de algodón estampado que podemos usar para las traseras y al mismo tiempo, probar las tonalidades de hilos que nos gusten y deseemos hacer un bordado muestra para comprobar su efecto sobre la tela.

Yo he aprovechado para usar hilos teñidos artesanalmente, que me encantan por sus tonalidades mezcladas o degradadas y que no tengo oportunidad de aplicar en otros gráficos que vienen con su repertorio de hilos establecido. En concreto he seleccionado varios matizados de las marcas "Atalie" y "Nina's Threads" y son los que voy usando hasta ahora con resultados encantadores.

El primero que hice lo bordé en mi viaje a Hamburgo con motivo del nacimiento de mi nieto Max Manuel y lógicamente está dedicado a él. Colgado en la cabecera de su cunita lo acompaña desde entonces. Está bordado en lino Newcastle (16 hilos/cm) color blanco roto con un hilo azul matizado con toques de gris, relleno de floca sintética y en la trasera le puse una tela de algodón estampada en los mismos tonos. Para colgarlo lleva un cordón al tono atado con una lazada.

Resultó tan agradable hacerlo que después he repetido varias veces y he regalado unos cuantos, usando cada vez un nuevo color y siempre quedan ideales. Los he rellenado con lavanda de mi jardín, de la cosecha del año pasado, que fue espléndida y todas las personas que recibieron uno están encantadas.

Los últimos que hice se quedaron en casa y cuelgan de las llaves de mi aparador antiguo, perfumando la entrada, pero no descarto regalarlos si llega el caso.

Todos llevan la trasera de una tela de algodón estampado coordinada con el color del bordado y siempre les pongo un cordón o un lazo que permita colgarlos si se desea; a mí me gustan mucho colgados en las puertas de los armarios o en los tiradores de una cómoda, pero también están perfectos dentro de un cajón si nos gusta el perfume de la lavanda, en un cestillo en un baño, etc

Como nunca está de más tener algo preparado por si se necesita tener un detalle con alguna amiga, tengo otros dos empezados esperando una ocasión en que esté cansada o tenga que pasar unas cuantas horas en tren o en avión.