TREASURED TOOLS
De pronto esta mañana me he dado cuenta de que hace muchísimos días que no publico nada en este blog y ello a pesar de que no he dejado de hacer labores, más o menos complicadas, más o menos bonitas, que en otros casos corro a enseñaros en cuanto puedo pero que en este momento he ido dejando por ahí, sin ni siquiera hacerles las fotografías que necesito. No existe una razón especial que me haya distraído de esa agradable obligación que yo misma me marco, pero sí muchas razones, o una combinación de ellas, que me han robado el tiempo y las ganas.
Algunas de esas razones son de tipo personal y afectan a mi ánimo, me absorben energía y me restan la chispa que necesito para ponerme a escribir, sacar un poco de humor a las pequeñeces que os cuento y conseguir transmitiros algo de alegría, hace algún tiempo que ando escasa de ella. Otras han sido meramente coyunturales: de pronto llegaron unos cuantos días de sol tanto tiempo deseados y el jardín necesitaba varios arreglos que no podían esperar, además de algunas reparaciones en la casa que también necesitaron mi dedicación. Una vez que he conseguido terminar todas esas tareas pendientes, mi ánimo ha mejorado bastante porque el temor de que mis planes no funcionaran bien se ha visto por fin disipado.
Afortunadamente, pude limpiar y despejar una zona del jardín que estaba como una selva informe y prepararla para una nueva plantación, además de aprovechar que quedaba despejada para instalar riego en la zona, con su propio grifo, tubos de goteo, aspersores y todo lo necesario para que mis hortensias y otras plantas de sombra dejen de sufrir en verano. Ya lo había hecho en otras zonas del jardín, pero llevaba tiempo angustiada pensando en abrir 40 metros de zanja, enterrar otros tantos de tubería, instalar un montón de codos, enlaces, llaves de paso y hacer que todos esos mecanismos funcionen sin perder una gota de agua. Teniendo en cuenta que mis manos ya duelen en reposo más de lo que me apetece, la manipulación de todos esos elementos añade una dosis de inflamación y dolor que me deja impedida durante días, como estoy ahora mismo: dolorida pero contenta, porque pude con ello. Tanto que con la euforia que me sobró me alcanzó para reponer el fregadero y el grifo de la cocina que ya no aguantaban un día más. Total, ya metidos en agua, qué más da una obra más que menos.
El cuaderno de planificación de tareas de jardín y mis imprescindibles zapatillas de caminar y trabajar. Si no las conocéis, estáis tardando en probarlas, como caminar en una nube. Sketchers "Go-walk" y "Go-walk-2"
Durante toda la semana dediqué más de 12 horas diarias a esos menesteres y por las noches intentaba bordar o coser un ratito antes de dormir para calmar ese mono que me entra cuando paso tiempo sin una aguja en la mano, pero los dedos duelen tanto y están tan agarrotados del esfuerzo que apenas conseguía dar unas puntadas.
Aun así, he conseguido terminar varios gráficos nuevos de la firma "The Drawn Thread", que La Casina Roja puso a la venta hace pocas semanas y que me encantaron al primer golpe de vista. Son tres modelos sencillos y de tamaño fácilmente abordable, de una delicadeza exquisita, con la clásica mezcla de puntos de esta casa y con un montón de detalles muy atractivos.
El primero de ellos es este conjunto de carterita para agujas y bolsita para tijeras titulado "Treasured tools", que pensaba regalar pero que ya anda entre mis múltiples neceseres de costura porque es tan bonito que no puedo dejar de tenerlo cerca.
Sé que parece incomprensible que alguien necesite tantos accesorios de bordadora, pero las que, como yo, caen en estas tentaciones fácilmente, saben que no es cuestión de necesidad sin de enamoramiento, de capricho constante, de disfrutar por el mero hecho de estar rodeada de cosas delicadas y bonitas.
Por otra parte, esta carterita de agujas está tan bien pensada que podríamos haber estado esperándola durante años ya que, además de preciosa, es extraordinariamente práctica, ocupa poco espacio y mantiene en orden una buena cantidad de agujas. Si a ello añadimos que la terminé casi al mismo tiempo que llegaron a La Casina Roja unas colecciones preciosas de agujas de Sajou, lo que viene después ya lo adivináis solas, no había más remedio que probar cómo se complementaban mi carterita y los sobres de agujas de inspiración vintage y os aseguro que lo hacen a las mil maravillas.
Por otra parte, la bolsita para las tijeras es también muy cómoda y la coordinación entre las dos invita a tenerlas siempre a la vista sobre la mesa de costura. Aunque no estaba previsto en las instrucciones, he bordado también un pequeño fob para colgar en la tijera, aprovechando un par de motivos de los gráficos y lo he colgado con un cordón hecho con el mismo hilo de color turquesa oscuro que protagoniza el diseño de ambas piezas.
Ya os he contado muchas cosas acerca de The Drawn Thread a propósito de otros diseños suyos que he ido bordando en estos años pero tengo que insistir en recomendar la firma como una de mis preferidas porque, por si fuera poco la elegancia y belleza de sus modelos, la impecable presentación de sus instrucciones no tiene parangón; no sólo explica con perfección y precisión los puntos que utiliza, sino que siempre incluye instrucciones de confección y montaje que no dejan lugar a dudas. En definitiva, una apuesta imprescindible en este campo.
Como en tantas otras de mis obras, he usado el lino Belfast de Zweigart, un grosor de trama que le viene perfecto a mi vista cansada y que me ofrece acabados impecables, esta vez en color "Flax", que hace destacar con suavidad todos los tonos de los hilos. En cuanto a éstos, ya sabeis que esta casa recomienda siempre las sedas "Needlepoint silk" y "Dinky Dyes silk", que no se encuentran con facilidad en España, así que he aprovechado las equivalencias que la diseñadora ofrece y las he sustituído por hilos de mis existencias, elegidos entre Gentle Art, Nina's Threads, Atalie y DMC, que para algo me tenía que servir tener miles de cajones llenos de hilos. El colorido es prácticamente idéntico al propuesto.
En el montaje de ambas carteritas he querido conseguir una cierta rigidez sin añadir espesor así que, después de unas cuantas pruebas, he usado una entretela textil adhesiva de sastrería, bastante fuerte, que he pegado en la tela de forro en lugar de ponerla en la trasera del bordado. De este modo, consigo el efecto planchado perfecto y no estropeo el revés del bordado.
Veréis, si no lo habéis hecho nunca, pegar cualquier soporte adhesivo directamente sobre el revés de un bordado, suele producir efectos poco agradables, sobre todo si, como yo, dejáis a veces alguna "morcillita" por el revés (hilos pasados, algún nudo involuntario, ...). Todas esas pequeñas imperfecciones salen a la luz por el derecho en cuanto les pegas entretela por detrás y adquieren un relieve que delata hasta el más leve hilo perdido. Eso además de que si, al pegarlo, no se es extremadamente precisa, las hebras del tejido de lino pueden quedar torcidas y ese efecto se verá a leguas para siempre.
Por eso mi elección es pegar el soporte en el forro.
Tanto la tela del forro, como la lana porta-agujas, la entretela y demás accesorios son de cosecha casera; la suerte de tener tantas cosas acumuladas es que puedes hacer casi cualquier trabajo (no solo en labores, también en cualquier otra modalidad que se os ocurra, como los deberes de Tecnología de los niños, fontanería, construcción, etc), sin pasar previamente por la tienda. Claro que eso significa que ya has pasado antes, en algún momento, por todas las tiendas del mundo.
Un conjunto delicioso que os recomiendo, para vosotras mismas o para regalar, en cualquier caso mucho más fácil y divertido de bordar de lo que parece y una monada de confeccionar disfrutando un montón.
Claro que he dicho antes que pensaba hacerlo para regalar pero acabo de darme cuenta de que me ha traicionado el subconsciente y he bordado mis iniciales, o sea que no era verdad. Claro que siempre estoy a tiempo de repetirlo, seguro que no me importaría.